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El difícil reto de ir al cine de verano en silla de ruedas

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Manuel J. Albert

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Asociaciones de personas con movilidad reducida reclaman mejoras para acudir a recintos centenarios que se encuentran en el centro histórico

Moverse por una ciudad como Córdoba en silla de ruedas es un reto diario. Más todavía por el extenso casco histórico de calles estrechas en las que todavía pueden encontrarse aceras que apenas son más que meros bordillos. Algunos de esos escalones, son solo un escollo más para acceder a recintos de ocio que también pueden mejorar su accesibilidad para personas con discapacidad: son los cines de verano.

La asociación Cota Cero ha informado por escrito a la Oficina de Accesibilidad los problemas que han ido detectando en los cines de verano de la ciudad. “Pero no hemos obtenido respuesta”, lamenta una de sus integrantes, Pilar Budia Ayala, que también pertenece a Actívate (Asociación Cordobesa Movilidad Física Reducida). Ella ha estado visitando cada uno de los cines -“a los que he podido entrar”, matiza- para comprobar por sí misma qué mejoras necesitan.

Principalmente se han detectado problemas graves en dos cines de verano: el Coliseo de San Andrés y el Olimpia en el que para entrar hay que sortear algunos escalones que vuelven a encontrarse una vez en el interior. El dueño de Esplendor Cinemas, la empresa propietaria de cuatro de los cines de verano, reconoce estas deficiencias pero explica que ya están trabajando para solventarlas. “Hablamos de edificios muy antiguos en los que el nivel del suelo es más alto que el de la calle. Son obras complejas y estamos estudiando cómo hacer las rampas”, señala Cañuelo, quien espera que para el próximo verano ya estén listas.

Algunas de las quejas de Cota Cero hacen referencia a otros cines de verano como el Fuenseca. “La entrada por la calle Juan Rufo, la acera se estrecha por lo que hay que bajar de ella y luego no se puede volver a subir a la acera para entrar al cine”, cuenta Pilar. “Por la calle Santa Marta, de gran longitud y muchos recovecos el empedrado y acerado esta en muy mal estado, siendo una batidora para nuestras espaldas y cuello. Una vez dentro han mejorado la entrada y el albero, aunque no he encontrado aseo adaptado”, prosigue la activista.

Martín Cañuelo señala al respecto que algunas de las mejoras necesarias no dependen únicamente de los propietarios, sino también del Ayuntamiento, que es el encargado de habilitar los acerados, como en el caso de Fuenseca o el Coliseo de San Andrés. Por su parte, fuentes municipales reconocen que todavía quedan calles en las que actuar, pero insisten en que todas las obras previstas en el programa Mi barrio es Córdoba priman la accesibilidad para las personas con movilidad reducida. “Cuando se acometan los trabajos en las calles de los cines de verano se hará de esta misma forma”, subrayan.

Las quejas en cuanto al acerado se repiten en el caso del cine Delicias. “Por la calle Frailes, la acera es muy estrecha, no podemos comprar las entradas ni entrar al cine porque el portón tiene un escalón hacia abajo luego una rampa en el patio y luego otro escalón hacia abajo para entrar al patio de butacas”, describe Pilar. “Me informaron que en nuestro caso entraríamos y saldríamos por el portón de salida que da a la calle Ciegos, pero claro, hay que avisar por la puerta principal, y si no podemos comprar las entradas ni entrar para avisar cómo lo van a saber, no siempre vamos acompañados para que avisen”, se queja. “Una vez dentro el aseo de mujeres tiene un escalón y tampoco encontré aseo adaptado”.

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