El Desafío Transibérico recauda fondos para un tratamiento médico a niños con parálisis cerebral
El deportista discapacitado Fernando Plaza recorre a pie y en bicicleta la etapa Málaga-Lucena (Córdoba), la penúltima de 38 etapas del Desafío Transibérico que ha realizado para recaudar fondos a favor de la asociación Sonrisa de Lunares para el desarrollo de un tratamiento médico para niños con parálisis cerebral.
Según ha indicado el Ayuntamiento lucentino en una nota, el reto, a punto de ser conseguido, de Fernando Plaza le llevará al Libro de los Guinnes, con 38 etapas consecutivas, cada una de ellas haciendo primero una media maratón en carrera a pie y después unos 80 kilómetros en bicicleta. Un total de 3.782 kilómetros, en 38 días, por toda la Península Ibérica para un deportista con un 38% de discapacidad en su cuerpo.
Este sábado, Fernando Plaza pondrá punto final a su desafío recorriendo la última etapa, entre Lucena y Córdoba. Junto a la Mezquita encontrará la meta y su recompensa, que no es otra, según él mismo ha aclarado, que “ver las sonrisas en las caras de los niños de Sonrisa de Lunares, uno de esos colectivos generosos que se dedican a la maravillosa tarea de ayudar a niños, de familias con escasos recursos económicos, que padecen parálisis cerebral u otros problemas neurológicos”.
Los fondos económicos conseguidos a través de las diferentes aportaciones económicas de los patrocinadores de la proeza de Plaza servirán para equipar con unas nuevas máquinas -necesarias para implantar el llamado Método Therasuit- la sede de la asociación con el objetivo de rentabilizar cada paso, cada atisbo de mejoría, en la rehabilitación de los menores enfermos.
El Desafío Transibérico también nació de la necesidad de reclamar la categoría de discapacitados en todas las carreras, con igualdad de premios respecto a las categorías para corredores sin discapacidad.
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