Los cordobeses respiran aire contaminado durante un tercio del año
Los cordobeses respiran aire contaminado durante un tercio del año. Eso es al menos lo que trasciende de un análisis pormenorizado de los informes sobre la calidad del aire que cada día elabora la Junta de Andalucía en las diferentes estaciones de medición que tiene en la provincia.
Así, durante los meses de invierno los niveles de contaminación altos son por partículas (principalmente procedente del tráfico y alguna industria). En cambio, en verano lo más preocupante es el alto nivel de ozono que se respira en la ciudad, principalmente por el tráfico unido al calor y a la falta de lluvia.
De esta manera, y según un análisis propio, la ciudad superó los umbrales considerados perjudiciales para la salud durante un total de 85 días en lo que va de año 2019. Es decir, uno de cada tres días las estaciones de medición de contaminación de la ciudad superaron los umbrales de aviso.
La peor racha ha sido durante el verano, cuando se han ido acumulando las semanas enteras con niveles de ozono preocupantes. No obstante, las alarmas saltaron en febrero, cuando las concentraciones de partículas en las estaciones del centro de la ciudad fueron “muy altas”, con unos niveles realmente peligrosos para la ciudadanía. Esta situación se produjo durante al menos siete días de febrero, entre el 18 y el 24 de ese mes.
Actualmente, la ciudad presenta unos niveles de contaminación por ozono altos. Desde el 28 de agosto, los niveles no han bajado del umbral considerado como preocupante (aunque no grave) para la salud. Antes, la ciudad estuvo siete días (entre el 19 y el 25 de agosto) en niveles similares. No obstante, la peor racha ha sido de nueve días con niveles de contaminación considerados como malos por la propia Junta de Andalucía, entre el 17 y el 26 de julio, cuando más apretaba el calor.
El Ayuntamiento de Córdoba sigue sin tener en vigor un plan sobre la calidad del aire que conlleve medidas que ayuden a paliar la situación de este tipo de contaminación. Otras ciudades como Madrid y Valladolid limitan el tráfico en el centro de sus municipios para rebajar los niveles de polución y evitar riesgos a los ciudadanos. En Córdoba, ese limite no existe al carecer de un plan que no entró en vigor.
El ozono troposférico, también conocido como ozono “malo” por contraposición al de la estratosfera, es un contaminante secundario producido por la reacción entre la luz solar y el dióxido de nitrógeno y los hidrocarburos emitidos por los automóviles y algunas industrias.
Por inhalación, provoca un incremento del riesgo de enfermedades respiratorias agudas y reducción de la función pulmonar, así como el agravamiento de patologías cardiovasculares. El ozono, además de para las personas, es también tóxico para la vegetación, dañando los bosques y reduciendo la productividad de los cultivos.
El ozono troposférico es el contaminante que presenta en España una mayor extensión y afección a la población y a la vegetación, con unos niveles al alza. Esto se debe al incremento de las temperaturas medias y de las situaciones meteorológicas extremas (olas de calor) durante la primavera y el verano, por efecto del cambio climático.
El Gobierno central y una decena de comunidades autónomas, entre las que se encuentra Andalucía, acumulan una década de retraso en la redacción de los preceptivos Planes de Mejora de la Calidad del Aire.
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