Córdoba lleva desde febrero con niveles de ozono preocupantes
La ciudad de Córdoba lleva desde el 2 de febrero con niveles de contaminación por ozono “preocupantes”, según los informes de la calidad del aire que cada día publica la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. Los tres observatorios de la calidad del aire en la ciudad (Asomadilla, Lepanto y Vial Norte) están ofreciendo datos que despiertan alarma desde hace ya dos meses.
En todos estos días, los niveles de contaminación por ozono nunca han sido “buenos”, sino “admisibles” o “malos”. Se consideran “malos” cuando superan los 120 microgramos por metro cúbico de aire. Con esos niveles, durante ocho horas seguidas, Madrid activa el protocolo anticontaminación y no deja entrar a vehículos contaminantes al centro de la ciudad.
La ciudad vivió su episodio de contaminación más preocupante la pasada semana. El 28 de marzo, los tres observatorios anotaron niveles superiores a los 120 microgramos durante ocho horas, entre las 14:00 y las 20:00. Ese es el límite que señala la normativa europea para que una ciudad tome medidas. Córdoba aún carece de un protocolo anticontaminación como el de Madrid o Valladolid, donde con esos niveles, por ejemplo, el Ayuntamiento prohibe la entrada de vehículos al casco pero convierte en gratuitos los viajes en transporte público hasta que se recuperen los niveles del aire no perjudiciales para la salud.
Actualmente, la previsión de la evolución de la calidad del aire es “a peor”, según los informes diarios de la Junta de Andalucía. No obstante, dependen mucho de las previsiones meteorológicas. Está previsto que el fin de semana sea lluvioso, lo que contribuirá, si las precipitaciones son intensas, a rebajar los niveles de contaminación por ozono.
Los efectos
La contaminación por ozono troposférico causa cada año 17.000 muertes prematuras en la Unión Europea, 1.800 de ellas en España. Por eso, la Unión Europea (de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud) fija unos niveles máximos de emisión en el aire que se respira en las ciudades.
El ozono troposférico, también conocido como ozono “malo” por contraposición al de la estratosfera, es un contaminante secundario producido por la reacción entre la luz solar y el dióxido de nitrógeno y los hidrocarburos emitidos por los automóviles y algunas industrias.
Por inhalación, provoca un incremento del riesgo de enfermedades respiratorias agudas y reducción de la función pulmonar, así como el agravamiento de patologías cardiovasculares. El ozono, además de para las personas, es también tóxico para la vegetación, dañando los bosques y reduciendo la productividad de los cultivos.
El ozono troposférico es el contaminante que presenta en España una mayor extensión y afección a la población y a la vegetación, con unos niveles al alza. Esto se debe al incremento de las temperaturas medias y de las situaciones meteorológicas extremas (olas de calor) durante la primavera y el verano, por efecto del cambio climático.
El Gobierno central y una decena de comunidades autónomas, entre las que se encuentra Andalucía, acumulan una década de retraso en la redacción de los preceptivos Planes de Mejora de la Calidad del Aire.
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