Convivir con el miedo colindando con el edificio que sufrió un derrumbe la semana pasada
Angustia y miedo. Eso es lo que sufren los vecinos de las viviendas que colindan con el edificio de la calle María Cristina que sufrió el derrumbe de un muro la pasada semana. Desde sus pisos, que dan pared con pared con el edificio abandonado que sufrió el derrumbe, ven las grietas de este y escuchan los “crujidos” que emite, convirtiendo en un desasosiego vivir en esa situación desde entonces.
Rocío, Leonor y María Teresa son tres vecinas cuyos pisos colindan con el que sufrió el derrumbe. Las tres coinciden en que viven con miedo y piden que se revise el estado de sus viviendas, por si han resultado afectadas de alguna manera, además de que se agilice la actuación pertinente en el edificio cuyo muro se derrumbó: “Tenemos miedo de que se venga abajo y se lleve por delante nuestro edificio. Que lo apuntalen o lo tiren abajo”, pide Rocío Notario, que vive en la tercera planta.
Ella explica a CORDÓPOLIS que, durante estos días, los vecinos pueden escuchar “ruidos, crujidos” del edificio anexo y teme que “ahora, con la lluvia”, la situación de la estructura empeore. “No dormimos tranquilos”, dice, mientras muestra la grieta en la pared del edificio que tienen al lado.
“Aquí no han venido ni bomberos ni Urbanismo”
Denuncian, además, que no han recibido la visita de nadie por parte del Ayuntamiento. “Aquí no han venido ni bomberos ni Urbanismo. No se nos ha informado de nada” y reclama que se dé una solución a la situación en la que viven para “poder quedarnos tranquilos”.
En ese mismo sentido expone su situación Leonor Expósito, vecina de la segunda planta, que ha decidido marcharse a su segunda residencia en el campo. Su dormitorio, su cocina y y el cuarto de baño colindan con el edificio que sufrió el derrumbe. “Se oye caer cascotes” dice del interior del edificio “que lleva 20 años abandonado”. “Estamos asustados. Tenemos miedo. No me fío, de que se me pueda caer encima un muro o llevarme por delante”.
“Un nido de ratas y palomas”
María Teresa Pozuelo es su vecina de abajo, de la primera planta. Ella reitera que viven “pared con pared” con el edificio que amenaza ruina y, además, añade que el abandono ha hecho de él “un nido de ratas y palomas, un foco de infección”.
“Cuando vives al lado de una casa en ruinas, temes que se te caiga encima”, explica claramente. Y vuelve a insistir en la petición de todos los vecinos: “Aquí no ha venido nadie, nadie nos ha preguntado. Y esto es un peligro”. Y, añade, no solo para los vecinos, sino para quienes pasan por la calle María Cristina, cortada al tráfico, pero no a los peatones que deben pasar por ella.
https://cordopolis.es/2020/10/28/se-derrumba-un-muro-del-edificio-donde-se-ubicaba-la-mitica-taberna-el-gallo/
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