¿Dónde dejar el coche en el hospital? Un debate aparcado

Los cordobeses tienen una sensibilidad especial con el hospital Reina Sofía. En todas las encuestas de satisfacción, dan notas muy altas al nivel de atención sanitaria recibido, cuando lo necesitan, y se muestran muy orgullosos al disponer en la ciudad del centro de referencia del Sur de España en trasplantes de órganos. De hecho, esta función del Reina Sofía, que este año cumple su 40 aniversario, ha calado tanto que Córdoba es la provincia con el índice de donantes de órganos más alto del mundo. Poca broma.

Por eso, todos los debates que se generan en torno al hospital que los cordobeses han asumido como suyo tienen una trascendencia especial. Uno de los más importantes: su accesibilidad y, sobre todo, el aparcamiento. Hoy, dejar el coche en el hospital es una aventura. En plena época de lluvias, pocos serán los afortunados que no se enfanguen al subirse o al bajarse del coche. El aparcamiento general se levanta sobre un extenso páramo terrizo, más bacheado de la cuenta al que le urge una reforma. Además, ¿es necesario pagar por aparcar? Curiosamente, hasta ahora no. Era voluntario.

La Consejería de Salud abrió un debate sin querer. Directamente, se fue a la plataforma de contratación y comenzó a tramitar un complejo proyecto que ha generado una importante contestación social, sindical y política: sustituir todo el aparcamiento actual por uno más decente, pero privado, y de paso sacar dinero para financiar, en parte, la reforma necesaria del Materno Infantil.

En esta batalla, y por primera vez en muchos años en Andalucía, la Junta y los cargos del PSOE se han quedado solos. Ni los sindicatos, ni otras formaciones políticas, ni los vecinos han respaldado una iniciativa a la que, sin embargo, no renuncia el gobierno andaluz. Pagar por aparcar siempre tuvo mala prensa, pero hacerlo en un sitio al que no se va por gusto si no por extrema necesidad tenía peor venta. Y su gestión se ha hecho de la peor manera: vía Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA).

Ahora, el debate está aparcado, pero el problema sigue ahí. Y es doble. Uno: el lugar donde se aparca sigue siendo muy deficiente. Y dos: cómo pagar la reforma del Materno Infantil. Por eso, la Consejería de Salud no renuncia a replantear el proyecto, pero ahora consensuándolo con los vecinos, con los sindicatos y con otras formaciones políticas. Los tiempos de las mayorías y los rodillos parece que se han acabado. En Andalucía, también.