El Arca de Noé, desbordada ante los casos de urgencia animal
La situación es, para sus integrantes, tan complicada como dolorosa. Siempre resulta difícil dar una negativa por respuesta. Pero a la asociación no le queda otra alternativa. El Arca de Noé no atiende urgencias hoy por hoy. Una decisión tomada hace un mes aproximadamente, después de un verano en el que las incidencias superaron sus expectativas. Y, sobre todo, su capacidad de actuación.
La protectora de animales enfrenta el final de año y el comienzo de 2018, por tanto, sin la posibilidad de ofrecer respuesta a los casos que surjan en el día a día. No al menos de la forma en que lo hace normalmente y en la que le gustaría actuar.
“No estamos cogiendo urgencias y no prevemos que cambie el tema hasta después de Navidad aproximadamente”, explica Miriam Mengual, que es vocal de la asociación. La situación tiene lugar desde octubre, cuando el número de atenciones de última hora sobrepasaron a la protectora. “Desde verano hasta hace un mes ha habido un gasto tremendo. Nos hemos visto con las cuentas debilitadas”, señala Mengual, quien asegura que este panorama es “horroroso”. “Es muy duro que te manden fotos de un animal abandonado, más si encima está en unas condiciones extremas”, confiesa. El caso es que en El Arca de Noé no dan abasto de un tiempo a esta parte en cuanto a servicio de urgencia.
La realidad actual es producto de un período estival y un principio de otoño excesivo. El número de actuaciones fue elevado y el dinero invertido creciente sobremanera. De ejemplo, sólo la atención a Pisto: un gato que sufrió fracturas múltiples en sus patas traseras y después padeció una inquietante anemia, lo cual supuso un desembolso superior a los 2.000 euros. Este animal es el último al que pudo prestar su ayuda la asociación tras otros muchos durante los meses de verano, que acumularon importantes facturas en atención veterinaria y hospitalización, un hecho que hizo insostenible la continuidad de este tipo de actividad.
“Nos hemos visto desbordados”, resalta Mengual, que por otro lado apunta a la necesidad de que “la gente recurra también a otras protectoras”. Al menos, El Arca de Noé encuentra la reacción positiva de la gente, que al no poder ser atendida “incluso saca sus propias fórmulas” para ayudar a los animales. El aspecto económico pesa, tanto como la obligación de responder a los requerimientos de los casi 200 perros y gatos que están en la actualidad bajo los cuidados de la protectora, ya sea en custodia en su albergue o en casas de acogida.
Atención día a día
Con todo, la asociación, que lo es sin ánimo de lucro, mantiene su cotidianidad en su labor en conjunto general. “Nosotros seguimos con nuestro ritmo de día a día. Cuando nos avisan de que encuentran a un animal, lo metemos en lista. Una vez que sale uno de los que tenemos, el primero entra”, indica Miriam Mengual. A lo expuesto, encima, se añade que la cifra de abandonos no baja. “No vemos nunca un descenso, sí un poco más de concienciación en cuanto a adopción. Pero los abandonos siguen siendo numerosísimos, sobre todo por el sector de la cacería”, detalla la vocal de El Arca de Noé.
Esta situación invita a pensar en posibles soluciones. Así, mientras lamenta que la protectora no pueda actuar en casos de urgencia, Mengual apunta a la necesidad de que las instituciones públicas refuercen la labor de asociaciones como ésta. “Todo pasa por que la gente pida a la administración que apoye a las entidades sin ánimo de lucro, porque algunos piensan que somos empresas, que hacemos este trabajo”, dice la representante de El Arca de Noé, que a pesar de todas las dificultades continúa con su labor.
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