Acude al Defensor y consigue que retiren maceteros y bolardos que inutilizaban la acera de su calle
Un vecino del casco histórico de Córdoba ha conseguido, tras elevar una queja ante la Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz, que retiren los maceteros y bolardos que inutilizaban la acera de su calle y que se constituían como una barrera arquitectónica.
Así se recoge en la información expuesta por la Oficina del Defensor, que relata cómo este vecino transmitió su queja al instalarse una serie de maceteros en la acera de la calle de su vivienda. “La calle era muy estrecha por lo que los maceteros dejaban inutilizada la acera donde se ubicaban y hacían que los coches circulasen por encima del acerado que lindaba con la casa”. Ello provocaba, según el denunciante, que las losas de su acerado estuviesen “siempre con movimiento y se le sometía a un riesgo innecesario, pues antes de salir de la casa a la acera, tenía que mirar si venía algún coche circulando, pues al no existir espacio suficiente le arrollaría”.
El vecino tramitó su queja a la Gerencia Municipal de Urbanismo de Córdoba, como encargada de dar permiso para colocar dichos maceteros ocupando la vía. La situación fue comunicada a la Policía Local, “que se personó y le dijeron al propietario de los maceteros que tenía que retirarlos, pero (este) les enseñó un documento firmado por alguien que sin ser competente para ello dio ese permiso y, en consecuencia, el interesado seguía sufriendo el tráfico por la acera a causa delos maceteros”.
Pero el asunto fue a peor. “Ante la insistencia de retirar los maceteros, la Policía Local colocó unos bolardos en dicho acerado, por lo que ahora tenía bolardos y maceteros, y éstos no cumplían ninguna normativa vigente en cuanto a la distancia a la fachada en la que estaban colocados, siendo una barrera arquitectónica”, argumentaba el vecino.
Con ello, “seguía sufriendo maceteros, bolardos y el tráfico por encima de la acera que lindaba con la fachada” de su vivienda. Según denunciaba en la queja admitida por el Defensor del Pueblo, “la calle tenía una anchura que si se colocaran los bolardos y maceteros en la otra acera no podrían pasar los coches ni las personas en silla de ruedas, ni las personas con los carros de la compra”.
Por todo ello, el Defensor del Pueblo Andaluz admitió la queja y solicitó al Ayuntamiento de Córdoba que verificara si los maceteros y bolardos existentes en esta calle del casco histórico se ajustaban a la normativa de seguridad vial y de accesibilidad. Y, de no ser así, se requerían las actuaciones llevadas a cabo para subsanar dichas anomalías, eliminando los obstáculos no permitidos.
Tras diversas gestiones, el Ayuntamiento de Córdoba finalmente remitió respuesta al Defensor “informando de la próxima retirada de los hitos y jardineras de la calle donde residía el interesado”, actuación con la que se pretende que queden resueltas las molestias y perjuicios que motivaron la queja de este vecino.
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