Un estudio de la UCO identifica los factores de radicalización de la célula terrorista de los atentados en Barcelona y Cambrils
Prácticamente ocho años después de los atentados de Barcelona y Cambrils, que causaron 16 víctimas mortales y numerosos heridos, el grupo de investigación Conflict and Human Security de la Universidad de Córdoba, la Comisaría General de Información de los Mossos d'Esquadra, junto a investigadores de las universidades de Granada y Burgos, han analizado los factores de riesgo y protección asociados al proceso de radicalización violenta de los miembros de la célula del 17-A. Los resultados han sido publicados en la revista Behavioral Sciences of Terrorism and Political Aggression.
Con el objetivo de comprender en mayor profundidad los mecanismos subyacentes y los elementos que contribuyen a la radicalización violenta, el equipo investigador estableció un puente entre la bibliografía especializada y un caso real. Así, se concluyó que, aunque este proceso tiene una naturaleza multifactorial, en los atentados del 17 y 18 de agosto de 2017 los factores potencialmente protectores no fueron suficientes para contrarrestar la influencia de los factores de riesgo, generándose un desequilibrio que pudo favorecer la radicalización del grupo.
El estudio -basado en el análisis de 200 declaraciones policiales, 50 entrevistas a familiares, amistades y personas del entorno de los terroristas, además de otras pruebas e informes complementarios- permitió examinar de forma sistemática los factores de riesgo y protección implicados, ofreciendo una clasificación integral de las dimensiones y variables relevantes.
En particular, se observó una mayor presencia de factores de riesgo -especialmente los psicológicos (como la cohesión grupal, la búsqueda de significado, la percepción de amenaza simbólica o real, la pasión obsesiva o el autoritarismo), así como ciertas actitudes y creencias subjetivas (como el segregacionismo, el extremismo político-religioso o las posiciones antidemocráticas)- frente a los factores protectores, como los sociodemográficos (edad, nivel educativo, estado civil u ocupación) o los relacionados con la integración social, que podrían haber actuado como frenos a la radicalización.
Investigaciones como esta permiten avanzar en el desarrollo de herramientas para la evaluación del riesgo y en la comprensión de los mecanismos que subyacen a la radicalización, un fenómeno dinámico, volátil y aún poco conocido. Asimismo, aportan claves para diseñar estrategias preventivas que contribuyan a anticiparse a este problema social y de seguridad.
Este trabajo se enmarca en el proyecto Camins, liderado por la Comisaría General de Información de los Mossos d'Esquadra y el grupo Conflict and Human Security de la Universidad de Córdoba.
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