A veces los sueños... se trabajan
Dice el refrán que “a veces los sueños se cumplen”, pero creo que más bien los sueños se trabajan. De una forma o de otra. El trabajo no tiene por qué entenderse solamente como físico, también lo hay psicológico, moral, afectivo, sentimental y el que más me gusta a mí: el “suertudo”. A veces pensamos que la suerte no existe, pero creedme, existe y mucho.
Hace unos cuantos años que lo conozco. Una persona simpática, amable donde las haya. Cuando me lo presentaron me llamó la atención una cosa: su humildad. No alardeaba de nada, iba de frente pero tampoco incluso eso llamaba la atención, porque era tal la bondad con la que hablaba y contaba las cosas que ni resaltaba esa cualidad.
Un día nos contó su sueño, nos contó que tenia en mente ese proyecto y que, por supuesto, toda la ayuda que pudiéramos brindarle siempre sería bien recibida. En la medida de lo posible, unos le pudimos ayudar más y otros menos, pero él siempre valoró ese apoyo. Y siguió luchando. Se alió con quien le tendió la mano en un proyecto que parecía ilusionante, luego se truncó y se quedó muy solo. Aún así, continuó con su sueño, siguió trabajando por conseguir su objetivo, pero de la misma forma que lo había hecho hasta ahora: con humildad, constancia y sin dobleces.
Y el pasado sábado, después de 6 años (más o menos) muy intensos, ha conseguido su gran sueño: que el Córdoba CF Futsal suba a Primera División. Y sí, estoy hablando del buen amigo José García Román.
No conozco a nadie enemistado con él, y menos ahora. Llevo varios días oyendo palabras maravillosas, cuando los que lo conocemos de hace tiempo siempre lo hemos hecho. No me voy a atribuir ahora una amistad tremenda con José, no he estado nunca en su casa ni él en la mía, pero tengo claro que es de esas personas que no necesita eso para hablar de amigos.
El sábado, 10 minutos después del partido, y con toda la carga de emoción que tendría, llamadas que atender, corte de pelo incluido (madre mía), etc., encontró un hueco para mandarme un audio. Y me consta que hizo lo mismo con muchas otras personas. Un audio de 5 segundos que resumía quién es José y su trabajo: “Gracias, amigo Enrique, un sueño cumplido”.
José no descansó nunca en perseguir su sueño, se lo trabajó a su manera, siendo su forma de ser el mejor sello de identidad de lo que él quería conseguir. Y lo consiguió. Él no lo veía como una empresa, pero creedme, este sueño ha tenido mas componentes empresariales que muchos otros proyectos.
Son muchas las ocasiones en las que “soñamos”, en las que deseamos cómo nos gustaría que pasaran las cosas, pero luego nos quedamos ahí y no peleamos por que ese sueño se cumpla. Pero el error quizás esté ahí, en que por sí solo no se va a cumplir. Hay que trabajarlo.
Por supuesto, no siempre lo conseguiremos, ni siquiera con ese trabajo, pero es más que posible que aprendamos de en qué fallamos en esa ocasión y podamos enmendarlo a la siguiente. O a la siguiente. Y así hasta que lo consigamos. No desesperes en tu sueño, a lo mejor no lo consigues hasta pasado mucho tiempo. Pero la satisfacción de conseguirlo es enorme. Y sobre todo, algo fundamental: el tener un sueño, el que sea, es una de las mejores energías que un empresario puede tener. Es una motivación extra que hace que día tras día te levantes pensando en cómo conseguirlo. Y creedme, hay días en que es fundamental.
Las ultimas palabras de esta semana las reservo para Reyes. No lo conocí mucho, solo hablé un par de veces con él tras un partido o en vestuarios, pero siempre fue amable y simpático. Recuerdo cómo el estadio coreaba su nombre en los últimos partidos. Iba a sacar un córner y parecía que chutaba a puerta vacía. Es increíble cómo cambia la vida en un instante. No somos conscientes de que somos frágiles, de que no podemos arriesgar con situaciones que se nos pueden ir de las manos. Ahora recordamos a una persona que tenia grandes sueños, pero sobre todo que nos hizo soñar a muchísimos. Y consiguió que esos sueños se hicieran realidad.
Nada merece más la pena que vivir, luchar por nuestros seres queridos y por nuestros sueños. Nada. Si no puedes hoy, mañana a lo mejor lo consigues. Pero si te quedas en el camino, nunca habrá ese mañana. DEP Reyes.
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