LA POLÍTICA MADRE CORRECTA DEL WHATSSAP
En mi infancia, no tengo muchos recuerdos con mi madre recogiéndome del colegio o instruyéndome en “cómo guardar la casa y cerrar la boca”. Ella trabajaba. Menos todavía la recuerdo WhatsAppeando en el grupo de mamis del cole. Sí, me refiero a esos grupos de WhatsApps que en teoría existen para “informar” de cual es el día de la fruta del colegio, pero que en la práctica es un grupo de porfiadas mamis que alimentan sus vidas comentando desde los deberes que deben de hacer sus vástagos hasta la mayor chorrada; elemento que sirve como desahogo.
El día que las mamis descubrieron los grupos de WhatsApp fue el día que les cambió su fastuoso mundo. Habían descubierto algo que llenara el vacío de sus rutinarias vidas. ¡Y pobre de la mami que no sea incluida en el WhatsApp! quedará atrozmente descatalogada…
Se tiene un grupo por cada hij@. Si tienes tres retoños, pues tienes tres grupos. Si van a actividades extraescolares, súmale grupo por cada actividad.¡Un rollazo!
Los grupos de WhatsApp están creando, además, nuevos conflictos con los profesores. Hay padres que intentan resolver sus diferencias personales - con el tutor - iniciando una conversación en el grupo, donde la intención es manipular al resto y desprestigiar la labor docente. La cuestión es si tienen las familias derecho a someter la labor del profesor a ese escrutinio público.
Pero no todos sus temas son un rollo que producen somnolencia y pereza mental. Hay días que se revolucionan cuando es el estreno en el cine de las “50 sombras del Señor Grey”, ¡ahí se creen lo más! se sienten super liberadas. Cuando la realidad es que la peli dice todo lo contrario “mujer sublévate gratis para tu macho”. O cuando alguna alocada cachonda sube alguna foto de algún maromo medio desnudo buscando a la administradora del grupo. ¡Flipo!
Mamis dichosas que en su día fueron úteros fecundados y desde ese día su vida gira exclusivamente en torno a sus herederos. Poseedoras de ese reproche silencioso a sus congéneres por haber abandonado su feminidad, por haber perdido todo atisbo de coquetería, de sensualidad, de belleza y por haberse convertido en esas personas de cuerpos cuadrados y vestidos aburridos - de colores siempre neutros - de fibras inflamables. Adictas a cualquier estilismo que sea “calentico”. Un ejemplo de ello son los forros polares del decathlón.
He aquí una descomposición de mamis que componen los grupos:
- La mami líder: es la madre que se ofrece con vehemencia a ser la “administradora del grupo”. Su misión es la de informar de todas las notas de la maestra que dan mucha pereza leer (sobre todo las del AMPA). Utilizará en el grupo el emoticono de una carita sonriente o la flamenca siempre que aparezcan conflictos.
- La mami absorta: ésta no se entera nada de nada. Suele hacer preguntas a cosas que ya se han contestado 100 mensajes más arriba.
- La mami paleta: cada vez que escribe le mete 50.000 patadas al RAE, y así de natural. Suele escribir parrafadas muy profundas y didácticas (para ella). Sin ser consciente de que se está cargando su rePUTAción.
- La mami sabelotodo: mami sobrada. Redicha pedante que piensa que su retoño es la repera. Se toma la osadía de aconsejar a todas las demás mamis haciendo comparaciones odiosas con su “superdotad@ niñ@”.
- La mami vaga: por no preguntar a su hijo lo pregunta TODOOOO en el grupo.
- La mami cotilla: es la mami que informa de qué papis se han separado y del estado sentimental del profesor.
- La mami desenfrenada: hace que nos sintamos hedonistas y curiosas ante el espectáculo de esta tropical reina de Saba que como sigilosa conspiradora hace presencia en el WhatsApp. Será la que impulse las cenas de mamis en navidad para que así, a través de esas únicas cenas, emerja de su cotidianeidad y pueda cerciorarse de estar viva.
- La mami justiciera: terca y obstinada como una mula. Mami impúdica con su gran corazón atolondrado. Defensora de los desdichados y oprimidos del cole. Luchara con tesón para que cambien la tierra del patio del cole.
-La mami sucesos desdichados: desafortunadamente, ésta mami siempre llega arrebolada, exudando aura pesimista y con la falta de luminosidad como la flor que se siente mirada. Aunque parece inverosímil, esas desdichas son lo que le dan “vidilla” y subidón. Cuantas más tristezas en el mundo… más crece ella. Comentará todos los sucesos desdichados que tengan que ver con violadores, amputaciones de extremidades y secuestros SIEMPRE de niñ@s.
- La mami emoticono: mami emojil que acaba de descubrir en el grupo los emoticonos. No porque no tuviera WhatsApp, sino porque no tenía a quien escribir. Los utilizará constantemente y continuamente.
- La mami onomatopeya: sólo comentará con representaciones lingüística de algún fenómeno acústico. Un ejemplo es cuando aplauda el comentario de alguna mami “plas plas plas”.
- La mami “jajaja”: es un poco sin personalidad. No suele opinar ni preguntar. Está ahí para que nadie la critique. A veces participa con un “jajaja”.
- La mami ofuscada: mami aceptada con indiferencia bizantina. Se queja constantemente y castañetea fuertemente los dientes con cada decisión del AMPA o con cada opinión de cualquier madre sobre las sugerencias del disfraz de carnaval.
- El papi molón: papi que va de enrollado. Pide ser incluido en el grupo porque se cree el más gracioso. Se le ignorará como si de un beyaco se tratara.
- La mami cantajuego: es la típica chachi mami Letizia Sabater. Va del rollo que le encantan los niños. Todo le parece chachi-mega-diver. Se sabe con coreografía incluida todos los discos del cantajuego. Su culturilla musical es cero patatero.
“La vida de la mujer está tan relacionada a sus roles, que cuando te sales de ese rol, vivir para sí misma no se considera tan importante”.
Me doblego a que se me asignen tantas obligaciones ridículas y estúpidas con lo que al final termine soñando en querer desaparecer entre almohadas de hilo egipcio. No me obligaré a la compresión, a ver el “lado bueno” de las cosas absurdas domésticas. No deseo que me domine el aburrimiento predecible, ni las conversaciones que se repiten. A que mis días pasen inadvertidos y que mi cuerpo solamente respire.
Cualquier mami que se precie merece más que una historia anodina y sin oficio. Es una lástima observar a mujeres que terminan aplastadas por las obligaciones de ser “políticamente correcta”. Se consumen las que se niegan a sí mismas; una hoguera siempre ardiendo alimentada de sueños postergados, de resignación y de miedos. Hay mujeres que viven la vida entera cerrando los ojos. ¡Yo no los cerraré! ¡No me doblegaré!
PD: Por si eres una mami que se quiere salir del grupo, ¡y lo haces! las otras mamis lo verán y te criticarán en el grupo. ¡Queda dicho! (No digáis que no os lo advertí)
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