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El Dépor

Redacción Cordópolis

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Juan Luis Cudeiro, periodista del Diario El País, define al Dépor como “el alma de La Coruña”. De las siete ciudades españolas que cuentan con un equipo campeón de Liga (son nueve equipos, pero en Madrid y Sevilla conviven dos clubes con título), sólo San Sebastián tiene menos habitantes que la capital brigantina (246.000 aproximadamente en 2012).

Como ciudad portuaria, el fútbol llegó por mar a Coruña. El primer partido del que se tiene constancia por esos lares –año 1902- lo disputó un combinado llamado “Corunna” contra la tripulación de un barco inglés llamado “Dilligent” en un lugar llamado Corral de la Gaiteira. En 1906 se funda el Deportivo Calvet –nombre de un gimnasio para potentados en la ciudad- y tres años más tarde Alfonso XIII le concede el título de Real a la emergente entidad.

Desde el comienzo de su historia la rivalidad con sus vecinos de Vigo fue latente. En 1910 se cuelan los coruñeses en la fase final de la Copa del Rey tras eliminar al Vigo Sporting y ya en los años 20 la marcha de varias figuras celestes –sobre todo la del gran Luis Otero- al Deportivo tras la fusión de Fortuna y Sporting (así se formó el Celta) terminó de forjar el carácter del derbi gallego.

Tras ganarle al Murcia (2-1) el Deportivo sube por vez primera a la máxima categoría en el año 41. En el 44 se construye el primer campo junto a la playa de Riazor y en la 49-50 logra un impensable subcampeonato ligero, disputándole hasta la última jornada el título al Atlético de Madrid. En ese grupo de jugadores destacaba el cancerbero Juan Acuña, que fue el menos goleado esa histórica temporada.

Después de la llamada “década de oro” (en ella ocupó el banquillo durante unos años Helenio Herrera y vistió la blanquiazul Luis Suárez) comenzó una lenta decadencia que le llevó a convertirse en un equipo ascensor durante los sesenta. Dos de las veces que subió le acompañó el Córdoba (62, cuando disputaron una final por el título que ganaron los gallegos, y 71). Especialmente doloroso para los herculinos fue el descenso de la 69-70 tras perder 0-1 en Riazor ante el Celta.Desde el 73 hasta el 92 el Dépor estuvo lejos de Primera, tocando fondo en el 73, cuando desciende a Tercera.

En el 81 sube a Segunda y en el 88, según Juan Luis Cudeiro, “llega uno de los momentos claves de su historia”. El Deportivo se presenta en la última jornada con opciones de descender a Segunda B y casi en la ruina, pero un gol de Vicente al portero del Racing Alba en el tiempo de descuento cambia la suerte del club.

La permanencia hace que Augusto César Lendoiro asuma la difícil situación económica de la entidad y consiga que la ciudad se vuelque hasta lograr el ascenso. En la 89-90 se queda a un paso –pierde la promoción con el Tenerife- y por fin en la 91-92 logra la gesta con dos tantos de Stojadinovic ante el Murcia. Mediada esa campaña llega a Coruña el entonces central y hoy entrenador del Córdoba Miroslav Djukic.

Después de salvarse en una promoción ante el Betis tras su complicado retorno a la élite, en la 92-93 y ya al amparo del mítico Arsenio Iglesias y con futbolistas como Bebeto o Mauro Silva en sus filas nace el Súper Dépor (queda tercero y debuta en Europa). La 93-94 es la campaña del penalti de Djukic, aunque bien podría haber sido del penalti de Bebeto –que no quiso tirarlo- o de González –que, tras pararlo, parecía haber ganado una final sin que el Valencia se jugara nada-. Liaño, que quedó Zamora esa campaña, avisó: “arrieros somos…” y un año más tarde el Deportivo alzaba su primer título merced a un gol histórico de Alfredo… ante precisamente el Valencia. Fue la célebre final de una semana, por el partido suspendido a consecuencia del tremendo aguacero caído sobre Madrid.

Durante esa década el conjunto gallego se convierte en un clásico en Europa, militando en sus filas estrellas como Rivaldo o Djalminha. Así hasta que el 19 de mayo de 2000 consigue su mayor logro dirigido por Javier Irureta. Una merecida liga lograda el año en el que quizás la Liga estaba más cara (tres de los cuatro semifinalistas Champions fueron españoles), fulminando aquella tarde (goles de Donato y Makaay al Espanyol) los fantasmas del famoso penalti de Djukic.

No fue la última gesta herculina. Aún fue capaz de quitarle la Copa del Rey al Real Madrid en su estadio y en el año en el que conmemoraban su centenario (Sergio y Tristán dejaron en anecdótico el tanto de Raúl). Además, en la memoria de los aficionados al fútbol queda la memorable remontada al Milán en la Champions 2003-2004 (4-0, en el tercer mejor partido de la historia de la competición a juicio de The Guardian), una campaña en la que se quedaron a las puertas de la final por culpa del Oporto de Mourinho.

Un último guiño de la historia, en este caso amargo. El Dépor descendió a Segunda por vez primera en veinte años en 2011. El desastre lo consumó, una vez más, ante el Valencia. El año pasado, después de otro fracaso en 2013, regresaron a la máxima categoría. La historia le exige no volverle a fallar a su fiel afición.

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