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5 simples razones por las que no quiero un rey

José María Martín

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Ahora que es tiempo de utopías : 5 razones por las que no quiero un rey

1. Porque no puedo elegirlo. Esta razón es definitiva, no necesitaría añadir ningún otro argumento.

2. Porque si conformáramos un nuevo estado nunca se nos ocurriría darle el cargo de jefe del mismo a alguien que lo ostentaría con carácter hereditario.

3. Porque las palabras tienen cargas/hipotecas y bajo el término 'rey' subyace un poso de historias ligadas a conceptos negativos e injusticias. Así que, en todo caso, deberíamos renombrarlo o reconvertir el cargo a una especie de representante del estado ante otros estados, al que se accediera por unas oposiciones públicas, valorando méritos y evaluándose periódicamente por la ciudadanía. Nota: es probable que si Felipe de Borbón se presentara a este puesto tuviera algunas posibilidades de ser elegido. Es cuestión de que compita en igualdad de condiciones.

4. Porque un estado tiene siempre que estar abierto a evaluarse a sí mismo, como deben hacerlo las empresas, los proyectos, las relaciones. Y estar abiertos a una evaluación supone afrontarla sin tapujos y poder replantearse todo. No con ánimo destructivo sino con ánimo de mejorar. Por eso es importante poder votar para decidir qué queremos ser. Y yo quiero ser un ciudadano de un país sin cargos hereditarios, sin monarquía.

5. En definitiva porque no debe haber ningún español que parta con ventaja con respecto a los demás para ganarse la vida.

Aún así, la democracia está por encima de todo esto y es cierto que la Constitución Española deja bien claro cómo ha de ser el proceso de sucesión. Si recordamos que la Carta Magna fue aprobada por la mayoría de los que votaron en 1978, afirmaremos entonces que la Monarquía Parlamentaria en la que vivimos es fruto de una decisión democrática así que sólo cabe decir: es el momento de plantear una reforma de la Carta Magna.

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