También ocurrió en Nochevieja, pero en Jarrow y en 1911. Nadie se esperó la llegada de la Inquisición Española, con sus numerosas armas secretas, como su rapidez, su fanática devoción por el Papa o sus increíbles trajes rojos.
La parodia de los Monty Python es tan absurda y en cierto punto divertida y sobreactuada como la de la actual Nochevieja. Agazapados detrás de sus redes sociales, nadie esperaba a la Inquisición Española, forzando una indignación impostada por una estampita con la vaca del Grand Prix. Sus ataques se parecen a los de los cojines mullidos con los que los Python tratan de arrancar una confesión de herejía a una señora mayor, a la que después sientan en su sillón confortable.
Los Python, ojo, no confundir con todos los británicos, tenían una coña especial con la Inquisición Española. Aunque fue terrible, en el fondo era una institución patética y hasta risible, que acusaba a quien se le cruzaba por el camino de hereje o blasfemo, y lo condenaba a arder en el infierno de por vida. Claro, que antes lo quemaban, por si acaso, supongo.
En 2025 te montan una campañita en redes sociales, te molestan llevándote a un juzgado que no tendrá más remedio que absolverte, y provocan que media España reaccione ante la impostada indignación de la otra media.
Dan igual los argumentos en contra, que Alaska o Mario hayan parodiado a la Piedad, que Ayuso se fotografiara como una virgen Dolorosa o que sea peor encubrir a pedófilos. Eso a la nueva Inquisición Española no le importa. Esto va de ideología y de azotar a quien no te cae bien.
Como en el siglo XVII, la Inquisión detenía y condenaba a inocentes por la simple denuncia de un vecino más o menos poderoso al que podías caerle mal. Daba igual lo que hubieras hecho, siempre se iba a encontrar el pequeño detalle de herejía que te haría arder para siempre en el infierno.
No les gusta La Revuelta, ni Broncano, ni Lalachús, aunque hagan un programa cero político. Pero odian un humor en el que se ríen del emérito, de la monarquía o se hacen críticas a la dificultad que tiene la gente para acceder a un derecho básico como la vivienda. Así que ahí seguirá agazapada, detrás de la puerta, la Inquisición Española, con su rapidez y sus increíbles trajes rojos.
Sobre este blog
Alfonso Alba es periodista. Uno de los cuatro impulsores de Cordópolis, lleva toda su vida profesional de redacción en redacción, y de 'fregado en fregado'. Es colaborador habitual en radios y televisiones, aunque lo que siempre le gustó fue escribir.
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