Los hitos de la salud pública

Si hay algo que enorgullece a los cordobeses es su hospital Reina Sofía, público. Córdoba tiene el centro hospitalario en el que más trasplantes de órganos se hacen casi que de todo el mundo por habitante, una referencia en el cuidado de las enfermedades más mortales o complicadas. Y eso es algo que solo lo puede hacer la sanidad pública. Un trasplante es un operativo tan caro que a la sanidad privada nunca le saldrán las cuentas.

Casi cada mes publicamos una noticia o un reportaje de un nuevo hito en el hospital Reina Sofía. El último, haber superado el récord histórico de trasplantes de hígado en un solo año. El Reina Sofía ha logrado tras décadas de trabajo, hacia dentro y hacia fuera, convertir a Córdoba en una auténtica referencia mundial. Desde lo público, insisto. Con el dinero de todos, que para esto también se pagan impuestos. Y con gusto.

Pero este año el ambiente era raro. Por vez primera, uno de los padres de la criatura, el doctor Briceño, dijo basta. Ante la delegada de Salud y en rueda de prensa dijo que los equipos estaban agotados, que había pocos relevos. En resumen, que les faltan manos. Y eso ocurre en el lugar más especial, en el orgullo de toda una provincia e incluso de una comunidad autónoma. ¿Qué estará pasando en el resto de la atención sanitaria?

Es terrible. Es un chiste malo, pero la sanidad pública está en la UCI, con respiración asistida. Los sindicatos calculan que solo en el Reina Sofía hay una lista de espera quirúrgica de 16.000 personas. Eso es un estadio del Arcángel (o Bahrain Victorius) entero esperando a que le operen. Y ya sabemos qué es lo que ocurre cuando tardan en atenderte: tu patología se agrava.

Es de cárcel que a personas con diagnósticos de enfermedades graves (puedo hablar con mucho conocimiento de causa) le ordenen una prueba clave en julio y que aún en febrero no tenga una cita con el especialista. Cuando llegue, algún día, el diagnóstico será tardío, el tiempo perdido, precioso. Y desgraciadamente, demasiado tarde. Con la sentencia de los ERE en la mano, supongo que por elevación habrá que pedirle responsabilidad al Consejo de Gobierno. Por lo penal, digo. Quizás sea la única manera de actuar.

Es absolutamente incomprensible que la supuesta Consejería mejor dotada económicamente de la historia mantenga un sistema haciendo aguas por todos lados, con hospitales a medio gas, recortes sanitarios y protestas por toda la provincia. Con una atención primaria que no atiende, unos especialistas que ni cogen el teléfono y una población completamente abandonada. Sigo sin entender a dónde se están yendo los cientos de millones de euros del presupuesto.

Si hay algo que ha conseguido este país en las últimas décadas es disparar la esperanza de vida de su población. Y es algo que se ha logrado gracias a un sistema público de salud robusto que ahora mismo se nos está viniendo abajo ante nuestros ojos. Ya vamos muy tarde para evitar el derrumbe.