El café pijo se solidariza
La famosa marca de café para llevar Starbucks no parece la típica empresa estadounidense, sino que el sueño americano de triunfar forma parte intrínseca de México donde la cadena abrió por primera vez en 2002 en asociación con una empresa mexicana que hoy por hoy, es la propietaria absoluta de la franquicia en este país. Lugar en el que el negocio de Starbucks ha crecido de forma exponencial y hoy son propietarios de más de 700 cafeterías en toda la República, propiedad íntegra mexicana vuelvo a reiterar. Y además dan empleo a más de 7 mil mexicanos.
Por tanto, ante el movimiento ciudadano en las redes sociales estas semanas de boicotear a las grandes superficies, restaurantes y por supuesto, a las cafeterías Starbucks en contra de la política Trump, han causado una rápida reacción en sus propietarios aclarando que apoyan por completo a la economía mexicana. De hecho, gran parte de la producción de café y sus variedades, son de producción mexicana.
Se llegó a oír incluso que la cadena seguirá apoyando el empleo de mexicanos e hispanos en sus franquicias en territorio estadounidense. Las medidas migratorias del nuevo presidente en la Casa Blanca no harán que este tipo de compañías transnacionales modifiquen su política si además, es sabido por todos, que la mano de obra de mexicanos es la más barata en aquel país, y ni qué decir tiene a este lado del muro.
Anecdóticamente hace unos días comentaba con otro paisano español por qué en los pocos restaurantes chinos de la Ciudad de México no ves trabajar ni a un sólo oriental, tan solo pasearse por el local de vez en cuando al propietario. Y tristemente es precisamente porque le resulta más barato enseñar y pagar a mano de obra local ya que es uno de los países con el salario mínimo más bajo y mayor calidad de la mano de obra.
Así que al igual que el café de Starbucks apoya a México públicamente contra el presidente del pelo amarillo (no lo vamos a nombrar más que le gastamos el nombre), lo harán seguramente otras franquicias de comida rápida como McDonald (curiosamente) o Burguer King, ya que con cifras en la mano México es el mercado potencialmente más beneficioso para ellos. La cultura del fast food y el “ponlo para llevar” se ha instalado en este país como cultura propia. Las cosas que más me sorprenden todavía hoy de este México: se come a todas horas y en cualquier lugar, en la esquina, en el coche, en la oficina, en los toros, en el campo de fútbol, en el concierto de Pitingo... ¡Así que niño, ve a por unos cafés al Starbucks que hay que seguir trabajando para levantar el país!!
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