Vamos a por el segundo...
El 14 de enero de 2014, nació este proyecto. Sin saber muy bien cómo consiguieron enredarme - jejeje- me subí al universo 2.0. Desde entonces cada lunes hemos tenido una cita con el pensamiento positivo, de tal forma que casi sin darme cuenta, ya hemos cumplido un añito.
Un año ya....el tiempo pasa muy rápido.
A lo largo de estas semanas y meses he disfrutado mucho esos pequeños momentos de reflexión conmigo misma los domingos por la tarde, pues siempre me ha relajado escribir. Confieso que en ocasiones he tenido que exprimirme mucho para elegir los temas sobre los que hablar y la forma de exponerlos, fundamentalmente por la dificultad que suponía encontrar el enfoque respetuoso para ellos, que justo es lo que me propuse mantener desde un principio.
No sé si finalmente lo he conseguido, pero al menos ha sido mi intención tratar de hacer llegar el mensaje de que en el mundo de la Maternidad tenemos cabida todos los tipos de madres ( y por extensión, los padres), tanto las que amamantamos como las que no, las que porteamos y las que no, las que colechamos o las que no lo hacemos, y así un sinfín de temas más, mediante los cuales, no sé muy bien por qué razón, la gente en general se empeña en etiquetarnos claramente y lo que es peor, lo utiliza para enfrentarnos.
Todos los padres y madres educamos y criamos a nuestros hijos según nuestras necesidades y en función de nuestra propia educación, fruto de la labor de nuestros padres y de la interacción de nuestro medio sociocultural a lo largo de nuestra existencia. Por tanto, todas las fórmulas son válidas y probablemente efectivas para esa familia en concreto. Siempre que el modelo educativo esté basado en el respeto y el amor hacia nuestros hijos, la fórmula funcionará, porque en el fondo todos buscamos lo mismo para ellos, su bienestar. Quizás aquí lo más importante es respetar y dejar de criticar aquellas opciones que puedan diferir de nuestro modelo elegido.
Otro tema que hemos sacado bastante a lo largo de este año, es el de los opinólogos/as eruditos y experimentados que tenemos siempre a nuestro alrededor. No sé muy bien por qué nos gusta tanto dar consejos cuando no nos han sido solicitados expresamente, y creedme que en algunas ocasiones estos bienintencionados consejos pueden hacer mucho daño a una madre confundida o con inseguridades propias de su inexperiencia.
La inexperiencia se suple con el instinto. Una madre que dude, sólo tiene que mirar dentro de sí misma y hallará la respuesta correcta, pero hasta eso se lo estamos negando cuando la avasallamos con nuestros consejos gratuitos, fruto de nuestra experiencia, que no tiene por qué ser válida para ella y su familia.
Ya me gustaría a mí que todos reflexionáramos un poco antes de abrir la boca sin que nos lo hayan pedido. O que escucháramos más en lugar de hablar tanto.
¿Tan difícil resulta mordernos la lengua de cuando en cuando y permitir a esa persona que experimente por sí misma?
Brindemos pues por este año de proyecto, y por el respeto por todo y todos. Seguiremos en la misma línea.
Os dejo un enlace a un vídeo que refleja lo que en definitiva hemos estado trabajando estos 365 días. No dejéis de pinchar en él.
Besos y abrazos.
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