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Sobre este blog

Desde muy pequeña he sentido que mi mundo lo dirigían como en “El Show de Truman”, pero con Fofito. Me esforzaba en tener una vida seria y, desde arriba, alguien iba soltando “extras” y guiones absurdos que me hacían perder la dignidad a base de risa. Llegó un momento en que mientras protagonizaba esas historias, mi mente solo pensaba -para sobrevivir- en cómo iba a escribirlo. Por lo que ya no puedo seguir siendo testigo en silencio. Necesito vaciar mi cerebro y madurar.

Rakel Winchester

Truco personal contra el calor y el estrés - Parte I

Estrés

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El calor en exceso provoca mala leche. Lo tengo comprobado. No ayuda a resolver problemas, ni a buscar soluciones, ni a sobrellevar malestares. Es más, me atrevería a afirmar que suma problemas, resta soluciones y malea la vida en general.

El calor tiene vida propia y actúa contra tu voluntad.

Y yo he descubierto algo que, el efecto que provoca en mí, por la parte buena, me ayuda a combatir el malestar.

He comprobado que si la temperatura supera los 39°, cuando alguien me habla con frases positivas, sin dar la orden a mi cerebro y sin poderlo evitar, repito mentalmente lo que me han dicho sumando al comentario, con tono de mucho coraje, la frase “mi coño”.

Y lo peor. Lo hago con una especie de sonrisa desconocida que hace que NADIE lo sospeche.

Pondré unos ejemplos:

Persona: hoy corre al menos un poco de aire...

Mi yo mental: “hoy corre al menos un poco de aire... MI COÑO”.

Persona: huy, qué agustito que se está aquí!

Mi yo mental: “huy, qué agustito que se está aquí... MI COÑO”.

Persona: Presiento que este va a ser tu año..

Mi yo mental: “Presiento que este va a ser tu año... MI COÑO”.

Persona: Hoy tienes mejor cara...

Mi yo mental: “hoy tienes mejor cara... MI COÑO”.

Y así sucesivamente hasta el fin del mundo en modo bucle.

Lo cuento porque compartir es vivir y por el bien de todos.

Notaréis que al tiempo, en vez de repetir la frase entera mentalmente, na más que repetís el final:

-¿me pones dos cervezas fresquitas?

Mi yo mental: “...dos cervezas fresquitas... MI COÑO”.

Aparte de que desahoga mucho este truco que os enseño, quita seriedad a cualquier conversación trascendental. Os invito a probarlo en una discusión, por ejemplo.

Pues eso, recordad la fórmula:

Felicidad=repetir frase en la mente+mi coño

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Desde muy pequeña he sentido que mi mundo lo dirigían como en “El Show de Truman”, pero con Fofito. Me esforzaba en tener una vida seria y, desde arriba, alguien iba soltando “extras” y guiones absurdos que me hacían perder la dignidad a base de risa. Llegó un momento en que mientras protagonizaba esas historias, mi mente solo pensaba -para sobrevivir- en cómo iba a escribirlo. Por lo que ya no puedo seguir siendo testigo en silencio. Necesito vaciar mi cerebro y madurar.

Rakel Winchester

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