El pasado es ficción: El dupont de Gómez Losada
Todo recuerdo es, en esencia, una recreación. Y cada vez que volvemos a ese momento, lo vamos mejorando o empeorando. Lo ficcionamos. De alguna manera natural e imperceptible, somos los guionistas de nuestra memoria.
Es por ese motivo que a veces nos avergüenza ver fotos antiguas, porque deforman nuestro propio arco dramático y nos devuelven a la realidad. Por eso la frase cualquier tiempo pasado fue mejor es una coletilla carente de todo sentido si uno se atiene a la realidad. Por eso la nostalgia cultural no es más que un remake, una nueva versión de nuestro vacío contemporáneo.
“Recordar es una actitud contemporánea”, tercia el pintor Miguel Gómez Losada, protagonista hoy de El Jukebox, que viene a este espacio con un podcast debajo del brazo con el que se presta a recrear una época de su vida. Me ubica geográficamente en la Costa del Sol de los años 80, en la Discoteca Pomelo, de Fuengirola. Lo hace disco a disco, con clásicos del funk, del boogie y del hip hop primigenio, que en aquel entonces precisamente no había caído en la autorreferencialidad.
En mi cabeza recreo esa Costa del Sol que no viví a partir del presente. El desarrollismo de los años 70 ha dejado hoteles y torres de apartamentos en estado de semi abandono, con piscinas vacías en verano y grietas en las paredes, un escenario casi de ciencia ficción doméstica visto hoy, pero que en los años 70 era la entrada de la modernidad en España. Fue en las discotecas de la Costa del Sol donde empezó a sonar el funk y el disco afromericano.
La magdalena de Proust de Miguel Gómez Losada es un Dupont, un mechero y el sonido que hacía, como un viaje hacia una época feliz. “En el fondo hay algoque me acompaña. No sé si es que soy un poco nostálgico, en el sentido de que mi presente está lleno de recuerdos, hasta el punto de que ya no sé ni lo que estoy viviendo ni lo que sueño”, confiesa Gómez Losada.
Losada es uno de los selectores más relevantes de la música negra en el Sur de España y miembro del grupo The Black Evolution, precursores de un espíritu que, con muchos matices, luego he querido recrear con Jukebox Jam!, al basar el discurso en la difusión de la música afroamericana de baile en vinilo. Y cualquiera diría que el vinilo es un formato nostálgico y se equivocaría. Para Gómez Losada, el vinilo es el único formato. Para algunos es presente y tiene una función social.
El disco físico es, de nuevo, una foto de un momento. Que guste o no, ya no depende de nadie más que de quién la contempla. “Al final sale a flote lo más bello. Lo accesorio se va olvidando”, sostiene Gómez Losada. Estoy de acuerdo.
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