Sones a los pies del Cristo de los Faroles

La hermandad de la Paz celebró este sábado su tradicional certamen de marchas “Humildad y Paciencia | Constante y numerosa fue la presencia de cofrades en la plaza de Capuchinos

Cielo claro sobre Córdoba. Azul manto y luz para la mañana de un sábado diferente. La cuenta atrás está a punto de entrar en su definitiva recta final. El aroma a incienso se percibe cada vez con mayor intensidad. También los sonidos de una Semana Santa que llega, que se encuentra a la vuelta de la esquina. Y bajo el sol, la imponente figura del Cristo de los Desagravios y Misericordia. El Crucificado de los Faroles, siempre presente en la plaza de Capuchinos, que este sábado vibró gracias a la cuarta edición del Certamen de Marchas Procesionales “Humildad y Paciencia” de la hermandad de la Paz. En esta ocasión, la corporación gozó de la colaboración del Ayuntamiento de Santaella.

A las 12:30 comenzaron a tomar la emblemática plaza, ante el Cristo de los Faroles, los sones cofrades. Centenares de cofrades se daban cita en torno al escenario dispuesto para la cita, en la que participaron cinco bandas de cornetas y tambores. Entre ellas, sólo una era de la capital. Se trataba de Nuestra Señora de la Salud, que dejó sus notas a los asistentes horas antes de ofrecer un gesto de nobleza en el hospital Reina Sofía. Porque ya por la tarde la formación ligada a la hermandad de la Agonía celebró también este sábado su concierto extraordinario de Cuaresma para los niños ingresados en el Materno Infantil del centro sanitario.

Sobre el escenario, una gran fotografía del Señor de la Humildad y Paciencia a un lado y el bacalao de la hermandad de la Paz al otro. En el centro, las formaciones que pusieron sus sones a la cita. Además de la de Nuestra Señora de la Salud actuaron las bandas de cornetas y tambores Humildad y Soledad de La Rambla y Santaella; Santo Rostro, de esta última localidad; Nuestra Señora de El Prado-La Pasión, de Ciudad Real; y Nuestra Señora del Rosario, de Linares (Jaén). Todas participaron del preludio perfecto de la Semana Santa en Capuchinos, que ya aguarda la llegada de los días de Pasión.