El Colegio Oficial de Arquitectos de Córdoba reconoció este jueves la labor del arquitecto Juan Jiménez Povedano, otorgándole una mención especial del Premio Félix Hernández, por su proyecto de restauración del Castillo de Luque. Puso su empeño personal y profesional en la restauración del Castillo de Luque, un proyecto al que dedicó décadas de estudio, esfuerzo y compromiso con la conservación del patrimonio histórico.
El arquitecto luqueño, con más de cincuenta años de trayectoria, ha desarrollado una intensa labor en la recuperación de bienes culturales, guiado siempre por la premisa de que la arquitectura debe ser el vínculo entre la obra de arte y los espacios habitables para la vida diaria. Su carrera incluye intervenciones tan emblemáticas como la plaza de La Corredera de Córdoba, la Iglesia de San Francisco, el Palacete modernista de Fuente Obejuna, el Castillo de Bujalance, la Torre de Belén, la Ermita del Socorro o el Hospital de Sierra Segura, entre otras muchas.
El Castillo de Luque ha sido, sin embargo, uno de los proyectos más significativos de su vida profesional. Desde los primeros estudios, Juan Jiménez Povedano defendió la necesidad de consolidar, restaurar y poner en valor este enclave histórico para que pudiera ser disfrutado por la ciudadanía. Su perseverancia, aunque no siempre acompañada por la disponibilidad de recursos, ha dejado un legado de proyectos y documentación que hoy constituyen la base de las intervenciones realizadas en el monumento.
La historia de la restauración del Castillo de Luque se remonta a 1984, cuando Jiménez Povedano presentó el primer estudio de intervención. Aquel proyecto planteaba la consolidación de las murallas, excavaciones arqueológicas y la recuperación del recinto como espacio cultural y de ocio.
Desde entonces, el arquitecto continuó impulsando sucesivos informes y propuestas —en 1985, 1994, 2000, 2001 y 2002— que permitieron documentar y planificar las actuaciones necesarias para su conservación. El proyecto definitivo de restauración se firmó en 2005 y fue entregado a la Consejería de Cultura en 2006, contemplando la consolidación de torres y lienzos, la reconstrucción de la torre del homenaje, la cubrición de recintos y la dotación de instalaciones.
En 2009, una adenda al proyecto incorporó los hallazgos de las excavaciones arqueológicas dirigidas por el arqueólogo Ángel Rodríguez Aguilera. Sin embargo, la falta de financiación retrasó la intervención, que quedó reducida en 2013 a un plan de consolidación parcial.
Finalmente, las obras comenzaron en 2021 llevando a cabo su proyecto original, aunque para entonces Jiménez Povedano se vio obligado a renunciar a la dirección de la obra debido a su estado de salud, tras casi cuatro décadas de lucha por devolver al Castillo de Luque el valor histórico y cultural que hoy se le reconoce.
Con esta distinción, el Colegio de Arquitectos de Córdoba ha querido rendir homenaje a la dedicación de un profesional cuya obra ha contribuido de manera decisiva a la protección del patrimonio histórico de la provincia, y cuyo nombre quedará siempre ligado a la memoria y recuperación del Castillo de Luque.
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