El Parlamento Europeo se posiciona en la PAC
Los eurodiputados han emitido un “mandato de negociación” en las negociaciones con el Consejo y la Comisión Europea, que deberían empezar a principios de abril, con el propósito de llegar a un acuerdo final en junio. El objetivo por parte del Parlamento es conseguir una PAC más verde, justa y transparente. Se intenta conseguir el equilibrio entre la seguridad alimentaria y la protección medioambiental, de acuerdo con la nueva propuesta, para aportar más bienes públicos a los ciudadanos europeos.
En cuanto a la distribución más justa de las ayudas, se pide flexibilizar el peso de la “convergencia interna” de las ayudas. Mientras que la propuesta de la Comisión estipulaba que a partir de 2019 todos los pagos tuviesen un valor unitario, los eurodiputados apoyan que los pagos puedan desviarse hasta un 20 % de la media. También proponen que ningún agricultor europeo reciba menos de un 65 % de las ayudas de la media comunitaria.
Apoyan también un “greening”(componente verde) más flexible, destinando el 30% de los sobres nacionales a pagos directos dirigidos a los agricultores que cumplan tres prácticas agrícolas beneficiosas para el medio ambiente: la rotación de cultivos, el mantenimiento de pastos permanentes y la creación de áreas de interés ecológico, en al menos el 7% de la superficie agrícola. Y lo importante de ahora es que abogan por flexibilizar y aplicar más gradualmente estas medidas. Esta situación beneficia a los cultivos leñosos. Los eurodiputados también proponen flexibilizar las normas, de forma que en el primer año de aplicación de la nueva PAC, las explotaciones de más de 10 hectáreas estén obligadas a dedicar un 3% de las tierras a áreas de interés ecológico. A partir del 1 de enero de 2016, éstas tendrían que abarcar el 5% de las tierras cultivables y la Comisión presentaría para marzo de 2017 un estudio sobre la viabilidad de incrementar este estudio hasta el 7%.
En cuanto al techo de las ayudas, una mayoría de diputados, apoyan la propuesta de la Comisión de fijar un techo máximo de 300.000 euros al año para las ayudas directas que recibe cada explotación, aunque defienden que no se aplique a las cooperativas y no penalice los costes del empleo. Aquí se obvia un reparto más justo y equitativo de las ayudas.
Con respecto a la incorporación de los jóvenes agricultores la Eurocámara propone un 25% adicional de ayudas a los jóvenes (hasta 40 años) para un máximo de 100 hectáreas. Los Estados miembros también decidirán si desean establecer un mecanismo de apoyo a los pequeños agricultores que podría alcanzar hasta el 15% del sobre nacional.
También se aprueban establecer ayudas asociadas a algunos sectores que atraviesan dificultades, aquí la posición final es similar a la inicial de la Comisión, y permitiría dar ayuda a diferentes sectores.
En La superficie elegible, las propuestas de la Comisión suponían incrementar casi en un 90% la superficie, para las ayudas en España. Ahora, con la enmienda del Europarlamento, los países tendrían más libertad para elegir las hectáreas con derecho a ayudas.
El Parlamento propone reforzar el papel de las Organizaciones de Productores, que podrían negociar los términos de los contratos de suministro, incluido el precio, con los transformadores y distribuidores.
La Eurocámara, en aras de la transparencia, ha votado a favor de publicar cada año los beneficiarios de las ayudas agrícolas.
Una enmienda muy importante para el aceite de oliva, es que se apuesta por subir los precios de referencia del aceite, para el almacenamiento privado, con unos precios más acordes a la realidad del mercado.
Esto es lo que ha dado de sí esta importante semana para el campo cordobés. Habrá que esperar a las negociaciones de este “mandato” del Parlamento, con el Consejo de Ministros Europeo y la Comisión. Pero lo que no cabe duda, es que la verdadera “guerra”, va a estar dentro de cada país, de cada región y entre agricultores y sectores. Esta es la verdadera cuestión de importancia.
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