La arqueóloga Pilar León-Castro y el jurista Rafael Illescas, nuevos honoris causa de la Universidad de Córdoba
El claustro de la Universidad de Córdoba (UCO) aprobó el año pasado, por unanimidad, el nombramiento como doctores honoris causa de la catedrática de Arqueología Pilar León-Castro Alonso y el jurista Rafael Illescas Ortiz. Y en la tarde de este jueves, el Rectorado se ha vestido de gala para investir a ambos profesores con la máxima distinción de la Universidad, reconociendo su trayectoria académica y su vinculación con el centro.
Ha sido en un acto solemne, reservado por la Universidad para personas de reconocido prestigio académico, científico e investigador, así como para quienes destacan por sus relevantes y excepcionales méritos artísticos, literarios, culturales, sociales. Así, Pilar León-Castro y Rafael Illescas pasan desde este 22 de febrero de 2024 a engrosar una prestigiosa lista de doctores honoris causa de la Universidad de Córdoba en la que brillan nombres como el del Premio Nobel de Medicina Severo Ochoa, el violinista Yehudi Menuhin, los escritores Antonio Gala y Pablo García Baena, la coleccionista Pilar Citoler o el exdirector general de la Unesco Federico Mayor Zaragoza, entre el selecto grupo de 48 personas que ostentan esta distinción.
Respecto a los nuevos doctores honoris causa, el rector de la UCO, Manuel Torralbo, ha destacado de la doctora León-Castro Alonso -doctora honoris causa en la rama de las Artes y las Humanidades-, que es ejemplo de “ese Humanismo dotado de método, diálogo y logros”, reuniendo “las mejores cualidades del humanista en su versión docente e investigadora”; y señaló cuánto gana la UCO incorporando su “extenso saber sobre Arqueología, de la que tenemos la obligación de ser referentes”.
Sobre la figura del doctor Illescas Ortiz -doctor honoris causa en la rama de Ciencias Sociales y Jurídica-, Torralbo apuntó que “es un orgullo que un jurista cordobés haya alcanzado tan altas cotas de proyección internacional, siendo pionero, como apuntaba el decano de Derecho, en explorar cuestiones relativas al comercio electrónico y que hoy son ya asuntos medulares del Derecho Mercantil”. Y recordó que “enseñanza e innovación caminan juntas en su persona y en una trayectoria, además, enriquecida por sus vivencias internacionales en la Universidad de Bolonia, la Unión Europea o Naciones Unidas, entre otras”.
Antes del solemne acto de investidura, la profesora Pilar León-Castro reconocía que la distinción era “un honor inmenso”, sobre todo por venir de “la muy querida Universidad de Córdoba. Son los compañeros los que han tenido la bondad de reconocer unos méritos, modestos, pero que siempre estuvieron al servicio de la Universidad de Córdoba”
Y recordaba sus años de trabajo en la UCO: “Mi aportación fue una aportación conjunta, en equipo, con mis compañeros del seminario de Arqueología. Hicimos, creo, que un buen trabajo a favor de la Arqueología, de la Universidad y de la ciudad”.
Mientras, el profesor Rafael Illescas reconocía que esta investidura era “un colofón a una carrera. Es la culminación”. Y recordaba que “uno cuando hacía la carrera, lo que ansiaba era ser doctor, pero cuando uno es doctor...piensa en ver si consigue ser doctor honoris causa”. Y apunta que “este es el resultado de muchas actividades”.
En ese sentido, cree que con su investidura se valora “la ayuda prestada al Colegio Universitario de Córdoba, para que se convirtiera en una Universidad, mi participación en asignaturas concretas, que haya convertido en la formación de muchos profesores de esta Universidad, también en tribunales de oposición... La Universidad de Córdoba siempre ha estado entre mis ocupaciones preferentes”.
Pilar León-Castro Alonso y una semblanza de la Arqueología
Como padrino en la investidura de Pilar León-Castro Alonso intervino el catedrático de Arqueología Ángel Ventura Villanueva, que destacó los numerosos proyectos de investigación y excavación auspiciados por la profesora León-Castro que “han generado un conocimiento cabal de la Córdoba romana y su evolución, a partir del descubrimiento de edificios o conjuntos monumentales como las murallas, los foros, los acueductos, el teatro o el palacio de Cercadilla”. El profesor Ventura ha calificado a la laudada como summa femina o “gigante a hombros de otros gigantes de la ciencia arqueológica”.
Entre sus muchos logros está haber sido docente en las Universidades de Sevilla, Complutense de Madrid, Santiago de Compostela, Córdoba y Pablo de Olavide, directora del Comité Científico de la Fundación Itálica de Estudios Clásicos, miembro del Patronato de los Reales Alcázares de Sevilla y del Patronato del Museo Arqueológico Nacional, miembro correspondiente del Instituto Arqueológico Alemán de Berlín y de varias academias; fundadora de la revista Romula y de las reuniones científicas periódicas sobre Escultura Romana en Hispania, así como directora de las excavaciones de Itálica entre 1979 y 1983.
En su discurso y tras agradecer la distinción de la que era objeto, la profesora Pilar León-Castro Alonso ha hecho una semblanza de la Arqueología, definiéndola como “una manera de hacer Historia a través de los restos desvencijados de culturas viejas pero vitales, dotadas de capacidad para renacer y para ser fuente de Renacimiento” y “como voz integrada en el coro de las Humanidades”. La laureada ha recordado sus años de docencia, defendiendo el uso del logos y la virtud de “enseñar a mirar” para “entablar un diálogo con lo observado” mediante un “método para formar el pensamiento y alentar el raciocinio”.
Asimismo, ha recordado la labor del Seminario de Arqueología de la Facultad de Filosofía y Letras de la UCO, donde confluía “lo más estimulante y lo más enriquecedor que allí había era la curiosidad científica y el espíritu crítico desarrollado en absoluta libertad”. Tras recordar las raíces del origen de la Universidad de Córdoba en la Madrasa al-Qurtuba creada en el siglo X por Abderramán III, la profesora León-Castro Alonso ha concluido que la UCO “es en gran medida depositaria de ese legado y administradora de ese patrimonio”.
Rafael Illescas Ortiz y el Derecho Mercantil
La laudatio del doctorando Rafael Illescas Ortiz correspondió al decano de la Facultad de Derecho y Ciencias Económicas y Empresariales, Luis Miranda Serrano, quien explicó que el profesor Illescas es un “insigne jurista cordobés” formado académicamente en las Universidades de Sevilla y Bolonia, que con posterioridad ha ejercido las labores docente e investigadora (ya como Catedrático de Derecho mercantil) en las Universidades de Zaragoza, Cádiz, Hispalense y Carlos III de Madrid, en esta última (de cuya Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas fue Decano) con una mayor duración y dedicación. El padrino del doctorando argumentó que la figura de Rafael Illescas no puede entenderse bien sin tener en cuenta la gran influencia que ha ejercido sobre sus discípulos, quienes reconocen en él un “mentor sigiloso cuyo magisterio bien podría definirse a través de las palabras cercanía, libertad, elegancia calmada y receptividad a las nuevas ideas, rompedoras de las visiones clásicas”.
Luis Miranda recordó que el profesor Illescas ha sido pionero en el estudio de asuntos muy novedosos que se han convertido, con el paso del tiempo, “en cuestiones medulares del Derecho en general y del Derecho Mercantil en particular, por ejemplo, en materias tales como el comercio electrónico”. Igualmente, destacó la importante labor, no solo investigadora sino también de trasferencia del conocimiento, que ha desarrollado en el ámbito del Derecho Uniforme del Comercio Internacional en entidades como la Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional o el Instituto Internacional para la Unificación del Derecho Privado, entre otras.
El profesor Rafael Illescas agradeció el reconocimiento de la UCO, apoyado por más de doscientos profesores y profesoras de Derecho mercantil pertenecientes a los claustros de todas las Universidades españolas, así como a su familia y mentores de la Universidad de Sevilla, donde se formó, y la de Bolonia, donde realizó su doctorado. También reconoció su paso por la Unión Europea, la Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional (CNUDMI o UNCITRAL) y la Universidad Carlos III de Madrid, experiencias que le permitieron ser “testigo directo de la construcción del mercado interior o mercado único europeo”; “comprender los métodos y resortes de la negociación jurídica global y la formulación del Derecho uniforme del comercio internacional en una época y esfera en las que España continuaba sin ser plena dueña de su propio idioma”; y “participar en la creación de una excelente universidad partiendo de la nada y en la parte deteriorada de la periferia madrileña, el Madrid-Sur; donde también creo haber aprendido la gobernanza de grandes unidades de enseñanza e investigación pluridisciplinares de calidad y rendimiento”.
Tras este repaso a tu trayectoria, el laudado emprendió una disertación sobre uno de sus ámbitos de especialidad, el derecho de control que la norma suele atribuir al titular de todo derecho negociable electrónicamente documentado.
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