Quirónsalud señala que cirugía de reconstrucción mamaria y calidad de vida van de la mano
La especialista del Servicio de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora del Hospital Quirónsalud Córdoba, la doctora Maria José Espiñeira, ha destacado este martes que los últimos avances en la cirugía de reconstrucción mamaria han supuesto “una evolución fundamental” para mejorar la calidad de vida tras el cáncer de mama, ya que dichos avances “han representado un hito, minimizando las secuelas físicas y psicológicas que supone la mastectomía”.
Según ha informado el Hospital Quirónsalud en una nota, la doctora Espiñeira ha explicado que la reconstrucción de la mama tras un cáncer comprende una serie de procedimientos quirúrgicos encaminados a restablecer la forma y el volumen mamario. De esta forma, la reconstrucción tiene como fin recrear una mama de aspecto natural, eliminar la necesidad de llevar prótesis externas (dispositivos que se colocan debajo del sujetador para recuperar la simetría del pecho), y restaurar la imagen corporal y la calidad de vida de la paciente.
La mayoría de las mujeres con indicación de mastectomía son candidatas a reconstrucción mamaria y, en gran parte de los casos, a realizarse de forma inmediata, es decir, en la misma intervención de la extirpación de la glándula mamaria. Sólo hay contraindicación para realizar esta intervención en pacientes con mal estado general, enfermedad oncológica avanzada y otras patologías que limiten la cirugía.
Así pues, la reconstrucción mamaria, que es realizada por un cirujano plástico, puede ser inmediata (en la misma intervención) o diferida (en una segunda cirugía) y, de ser posible, debe priorizarse la inmediata, que permite al cirujano que extirpa la mama conservar prácticamente toda la piel, exceptuando la areola y el pezón. Esta técnica disminuye el impacto emocional de la mastectomía y además reduce el número de intervenciones quirúrgicas necesitarías para completar el tratamiento, según ha indicado la doctora.
La reconstrucción diferida es la que se lleva a cabo un tiempo después de la mastectomía y se emplea en mujeres “que por diversos motivos no pudieron ser reconstruidas de manera inmediata”, lo que suele deberse a la necesidad de completar el tratamiento del cáncer mediante otras técnicas, en pacientes que no desearon reconstruirse inicialmente, o por problemas médicos asociados, como obesidad, consumo de tabaco o hipertensión, que hacen aconsejable retrasar la cirugía reconstructiva.
En cualquier caso, la doctora Espiñeira ha resaltado que cuando una mujer es diagnosticada de cáncer, cirujanos, oncólogos y ginecólogos se coordinan para desarrollar la estrategia más adecuada en cada paciente.
Existen distintas técnicas quirúrgicas de reconstrucción mamaria disponibles en la actualidad, que han mejorado significativamente los resultados de las intervenciones, lo que ha motivado una mayor satisfacción de las mujeres en su proceso de recuperación.
Las técnicas de expansión cutánea son las más empleadas y consisten en expandir la piel y posteriormente colocar una prótesis. Después de la mastectomía, el cirujano plástico coloca un expansor (que es como un globo hinchable) debajo de la piel y el músculo pectoral, se procede a llenarlo con suero fisiológico una vez a la semana hasta que se consigue rellenar el expansor y, una vez que la piel se ha expandido lo suficiente, se retira y se sustituye por una prótesis de silicona definitiva.
En esta segunda intervención se realiza la simetrización de la mama colateral, normalmente su reducción, elevación o aumento, para conseguir así el mejor resultado estético y comodidad para la paciente, el pezón se reconstruye al final con anestesia local y la areola se pigmenta mediante tatuaje.
Por otra parte, “contamos también con las técnicas que emplean tejidos autólogos (tejidos denominados colgajos, que son de la propia paciente), que se trasplantan para recrear una mama natural”, según ha precisado la doctora Espiñeira.
En algunos casos, estos colgajos siguen unidos a su sitio original, conservando su vascularización, y son trasladados hacia la mama mediante un túnel que corre por debajo de la piel. Según el procedimiento, puede ser preciso o no, emplear además un implante de silicona mientras que en otros casos los tejidos empleados para crear la mama son separados completamente de su sitio original, generalmente el abdomen, y son trasplantados al pecho mediante la conexión a los vasos sanguíneos de esta zona.
La doctora ha insistido en que el resultado obtenido tras una reconstrucción de mama es definitivo y permite hacer una vida absolutamente normal. Para la mayoría de las pacientes mastectomizadas, la reconstrucción de la mama supone una mejoría de su imagen corporal, “recuperando la autoestima y pudiendo tener una vida social y sexual completa”.
El Hospital Quirónsalud Córdoba cuenta con un circuito integral para el diagnóstico precoz y tratamiento del cáncer de mama, a través de un modelo de atención rápida y personalizada que reduce el tiempo entre pruebas diagnósticas y resultados, siendo la paciente continuamente asesorada e informada por todos los profesionales de la Unidad de Mama durante todo el proceso asistencial hasta el alta.
Se trata de un modelo pionero de atención rápida que cuenta con un equipo profesional dinamizador destinado a cohesionar todos los eslabones del proceso diagnóstico, favoreciendo el comienzo inmediato del tratamiento y mejorando así el pronóstico de la enfermedad.
Este equipo acompaña a la paciente desde la primera atención y es su referente durante todo el proceso, ofreciendo una información continua y solventando las dudas que surjan en cualquier momento. Además, se lleva a cabo una gestión individualizada de citas teniendo en cuenta las necesidades de la paciente, que podrá contactar telefónicamente las 24 horas del día con el equipo.
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