Un experto explica que el síndrome post vacacional hace que la vuelta al trabajo sea un desafío para la salud emocional
El doctor Francisco Lara, jefe del Servicio de Psicología Clínica del Hospital Quirónsalud Córdoba y del Centro Médico Quirónsalud Jaén, ha señalado este miércoles que el regreso de las vacaciones no siempre resulta tan revitalizante como cabría esperar. La vuelta al trabajo o a los estudios puede generar cansancio, desajustes físicos y alteraciones emocionales que dificultan la adaptación a la rutina, lo que se conoce como síndrome postvacacional. Aunque no se considera un trastorno clínico, sí puede afectar de manera significativa al bienestar emocional y al rendimiento.
Según ha explicado la institución sanitaria, el doctor Lara define este síndrome como “un conjunto de manifestaciones emocionales y fisiológicas que aparecen tras la reincorporación a la vida laboral o académica después de unas vacaciones”. Se trata de síntomas transitorios, que suelen durar entre unos días y dos semanas, pero que impactan en la productividad, la concentración y el estado de ánimo.
Entre las manifestaciones más frecuentes se encuentran la fatiga excesiva, los dolores de cabeza, los desajustes digestivos y la alteración del apetito, junto a tristeza, irritabilidad, falta de paciencia, ansiedad anticipatoria, dificultades de concentración e insomnio.
Para superar este periodo de transición, el especialista recomienda:
- No apurar las vacaciones hasta el último momento.
- Retomar los horarios de descanso y alimentación de forma progresiva.
- Planificar el regreso con objetivos realistas.
- Practicar actividades relajantes, como mindfulness o respiración abdominal.
- Introducir a lo largo del año pausas que rompan la rutina y planes gratificantes los fines de semana.
En el ámbito académico, añade, es fundamental una adecuada planificación del curso, con metas alcanzables, así como una recuperación gradual del ritmo de estudio.
En la mayoría de los casos, el síndrome postvacacional desaparece de forma natural. No obstante, el doctor Lara recuerda que “si los síntomas se prolongan más de dos semanas, afectan a la estabilidad emocional o generan ansiedad y tristeza persistente, es aconsejable acudir a un profesional para valorar la necesidad de un tratamiento psicoterapéutico”.
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