Asaja reclama una ampliación de riegos en la Planificación Hidrológica del Guadalquivir 2028-2033
Asaja Córdoba ha presentado alegaciones al inicio del periodo de consulta pública de los documentos iniciales del proceso de Planificación Hidrológica del Guadalquivir para el ciclo 2028-2033, “en la que la gran demanda es la necesidad de ampliar y mejorar los regadíos en Córdoba para garantizar un futuro a las explotaciones de la provincia, así como incluir a los regantes con toma directa en los diferentes planes de ayudas de modernización de regadíos del Gobierno central y de la Junta de Andalucía”.
Según ha informado la patronal agraria en una nota, entre las peticiones que realiza se encuentra “poner en Córdoba un mínimo de 150.000 hectáreas de olivar en riego, a razón de 1.500 metros cúbicos por hectárea, con los 228 hectómetros cúbicos no utilizados en la provincia de planes hidrológicos anteriores”.
También considera Asaja Córdoba “prioritaria la finalización de la zona regable del Genil-Cabra, según estaba prevista”, por lo que en la organización agraria se considera “positivo que, hace algunas semanas, se anunciara una parte de esa ampliación, pero esto debe hacerse para la totalidad de la zona prevista y manteniendo, en todo caso, las dotaciones de agua originales y aprobadas en su día para esta zona regable, y no con una inaceptable reducción para todos los comuneros, los actuales y futuros, lo cual contraviene la normativa por la cual se creó está zona regable”.
Además de ello, a juicio de Asaja, “debería también autorizarse la ampliación del Genil-Cabra en la margen derecha del canal, lo cual tampoco se incluye en el plan”. Además, ha solicitado “que se realicen nuevos riegos en el Guadajoz, ya previstos en planes hidrológicos anteriores, así como terminar su regularización”, y también “la modernización de los riegos con toma directa del Guadalquivir, incluyendo a los mismos en cualquier plan de ayudas que se haga por parte del Gobierno central o de la Junta de Andalucía”.
Por otro lado, Asaja Córdoba ha argumentado que “se puede comprobar cómo sigue yendo mucha agua al mar durante diferentes épocas del año y, ante ello, deberían permitirse bombeos directos a balsas de aguas de escorrentía invernales, además de eliminar las trabas a la construcción de balsas y microembalses”, que se dan, “en muchos casos, por la falta de coordinación entre la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) y las consejerías competentes en agricultura y medio ambiente”.
Para Asaja Córdoba, “un claro ejemplo de ello” son “los riegos de Jauja”, en Lucena, “a los que la CHG les deniega la posibilidad de hacer una balsa con medios propios y bombear aguas de escorrentía del Genil, aguas que se pierden al mar, lo cual es un sinsentido”.
Aguas regeneradas
Dentro de las alegaciones presentadas, se encuentra también “evitar las limitaciones al uso de aguas regeneradas, lo cual frena la inversión y la generación de riqueza”, así como agilizar los permisos para su uso, “como se ha hecho en algunos casos”.
Ha sugerido también la patronal agraria “permitir el uso de aguas subterráneas de pozos, agilizando su tramitación y asegurar el funcionamiento de la estación de bombeo del embalse de La Breña, para aprovechar las aguas de escorrentía del Guadalquivir, cuestión que no ha ocurrido en los últimos meses”.
Por otro lado, Asaja considera “fundamental solucionar el problema del tapón salino que, con 150 millones de euros estaría resuelto, y se liberarían otros cerca de 100 hectómetros cúbicos. Es preciso igualmente realizar un mantenimiento de los cauces y embalses, limpiando los mismo de forma periódica”.
Asaja Córdoba ha asegurado que “hay datos contundentes que demuestran que estas necesidades pueden convertirse en realidad, ya que Córdoba tiene una infradotación de regadío muy notable frente a otras provincias. Es la provincia de la cuenca del Guadalquivir que más agua almacena (un 49,55%) y la que menos riegos tiene, sólo un 16,83%. Por ejemplo, Córdoba es la provincia que menos porcentaje de olivar en riego tiene en esta cuenca (sólo un 14,39%), a pesar de ser la segunda en superficie de olivar”.
Además, en la provincia, “por diferentes motivos y, según datos de la Consejería de Agricultura, se han dejado de usar desde los años 90 o no se han asignado dotaciones previstas en el Plan Hidrológico, por un mínimo de 228 hectómetros cúbicos, mientras que en otras provincias se han ido incrementando los regadíos desde esas fechas”.
Explotaciones ganaderas
Por último, Asaja ha señalado que en la cuenca del Guadalquivir “hay unas importantes zonas ganaderas en la sierra que, a veces, tienen problemas muy serios de abastecimiento de agua para el ganado, que podrían solucionarse con autorizaciones de microembalses y balsas de un volumen mínimo, que no se permiten actualmente o se dificultan de sobremanera”, también tendrían solución “facilitando la realización de pozos, que tampoco se autorizan”.
En ambos casos, según ha afirmado la organización agraria, “no habría afectación a la cuenca ni a los acuíferos, al hablarse de volúmenes muy bajos, solucionándose un gravísimo problema de viabilidad de estas explotaciones ganaderas, que fijan población y mantienen la renta en el mundo rural.
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