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CARNAVAL DE CÓRDOBA
Que no se apague la llama del Carnaval

Comparsa 'La velada'

Rafael Ávalos

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Regresaron los pasodobles y cuplés. Volvieron los acordes, en ocasiones imposibles en apariencia. Y retornaron las sonrisas y las emociones. Lo que faltó, por momentos al menos fue el público. Fue la afluencia de espectadores el único pero de la primera noche de semifinales del Concurso de Agrupaciones Carnavalescas. Quizá no sepan muchos el esfuerzo que supone un grupo. Nunca ninguno debería verse ante un patio de butacas semivacío. Importante, quienes estuvieron en las tablas no decepcionaron.

El Gran Teatro acogió el martes la función inaugural de la segunda fase del certamen, con tantas comparsas como chirigotas. Una agrupación de la primera modalidad llevó a que se abriera el telón a las 20:30. ‘El mensajero’, el aún joven proyecto de Alejandro Carrillo, heredero de Pepín Carrillo -el autor-, marcó el inicio de etapa. Su tipo es un Hermes elegante de atuendo pero carnavalero. El conjunto lanzó una crítica a los aficionados del Carnaval: “No miren para otro lado, que la culpa sólo es nuestra”.

Pero sobresalió por su segundo pasodoble, dedicado a las víctimas de la Guerra Civil y el franquismo. Fue una narración en primera persona que terminó “cada 18 de julio” con flores “en esta triste cuneta”. En ese instante el teatro mostraba en torno a medio aforo ocupado. Muy poco para una semifinal. En ese contexto llegó el turno de ‘Una chirigota de pelotas’. Desde Aguilar de la Frontera vinieron unos empleados sumisos y gustosos de agradar, por así decirlo, a su jefe.

Volvió Fleky… con Cristo

La chirigota fue simpática y completó una entretenida tanda de cuplés, los dos ligados en la historia. Todo giró en torno a la figura de la suegra, que es insufrible. Dedicaron no pocos halagos pero a la inversa a la pobre señora. Y de modalidad a modalidad, en tercer lugar subieron al escenario unos viajeros errantes que se mueven por el mundo para disfrutar de las diferentes formas de vivir el ‘Martes de Carnaval’. Es el nombre de la comparsa de Patxi Figueroba y Pedro Funes, que homenajeó a Córdoba antes de. 

Su segundo pasodoble fue una defensa de la fiesta de Don Carnal, con recado para carnavaleros, medios de comunicación y “al alcalde de turno”. Cada palo que aguante su vela, es correcto. Por cierto, brillante estuvo el chaval Pablo Criado en el punteo. Tras la intensidad de este grupo surgió en las tablas la nueva chirigota de José Manuel Mariscal Fleky, que sumó a su vera a Cristóbal Castilla Cristo. La combinación es una bomba de relojería en el buen sentido.

Su propuesta es ‘Los Ribera Fit’, unos señores de edad avanzada a los que gusta dar paseos por la Ribera. Sus cuplés: el primero con Froilán como protagonista de partida y el segundo, con las “cosas de vejetes”. La confesión de que orinan mediante código Morse fue uno de esos chistes con gag que se agradecen muy mucho. Se referían a la micción con interrupciones, por si alguien no lo capta. De la risa a la seriedad. A esas alturas de la noche, desde un rato antes, la entrada era de unos tres cuartos.

La letra de José Ignacio Delgado, esa letra 

Con un ambiente más cálido intervino el que probablemente fue grupo más destacado de la noche. Siempre con respeto a todos los demás. Fue ‘La velada’, del conjunto que en 2023 obtuvo el primer premio de su modalidad con ‘Una comparsa especial’. Sonó muy bien musical y vocalmente. Eran candelabros humanos, con una gran puesta en escena. Pretendían ser la llama, la luz del Carnaval y lo fueron. Su primer pasodoble versó sobre los soldados fallecidos en Cerro Muriano en unas prácticas.

Esa letra quizá sea una de las mejores que se hayan escuchado en el Concurso en un puñado de años. Firma José Ignacio Delgado. En el segundo de la tanda importante en su caso expusieron una dura crítica a los compañeros de PTV y a la Asociación Carnavalesca. De verdad, la primera copla reseñada es una joya. La noche avanzaba y el Gran Teatro, poco a poco, se vaciaba. Poco les importó a ‘Los que van por libre’, la chirigota de Losada. En este punto interesaba poco si entonaban mejor o peor.

No es una crítica negativa. Ni siquiera es una crítica. Todo lo contrario. Lo que siempre se espera de esta agrupación es la carcajada dolorosa. Aquello de que el estómago molesta de tanto reír. Y para eso no hace falta ser cantante. Son unos individuos con hambre, ganas de comer y todavía más. Sus cuplés: el primero sobre las rúas con las personalidades fallecidas, ellos quieren que les paseen por el McAuto; el segundo, de los prejuicios hacia el Carnaval. Respetaron opiniones con un corte de mangas.

Por cierto, cuando el Rey Emérito fallezca irá en moto hacia la luz “que es un puticlub”. Semivacío estaba ya el auditorio cuando llegó el momento para ‘Gentes sin nombre’. Venían de Montalbán, que no está por Ollerías ni tras el Paseo de la Victoria. A ellos, y ellas, no les pesó que apenas hubiera público. Qué pena, con lo que fue el Concurso en ese sentido. Y la provincia, que tanto ayudó a hacerlo grande. La comparsa mostró a un conjunto de esclavos afroamericanos en una gran plantación de Estados Unidos.

Compostura ante un auditorio semivacío

Musical y escénicamente resultó muy interesante. En cuanto a sus letras, el segundo pasodoble fue sobre la crudeza del mundo actual, con especial mirada a España. Pero fue el primero el mejor de los dos. Contaron la historia de una niña pequeña que jugó, disfrutó y sopló las velas. En realidad tenía 90 años y no recordaba a sus familiares. El maldito Alzheimer. Y el cierre de la noche… Patio de butacas con algunas decenas, no muchas, de espectadores. Ambiente frío. El aficionado debería empezar a pensar. 

Contra todo ello luchó una de las chirigotas más populares, la de José Vacas. Fueron ‘Los que nunca fallan’, unos individuos que crearon una empresa de prestación de amistad. Al contexto adverso, arte. La agrupación animó el cotarro desde los asientos del público y de ahí a las tablas para continuar con la actuación. “Los que nunca fallan, eso sí, no hacemos mudanzas”, dijeron en su presentación. Y la tanda de cuplés fue divertida. Por cierto, en este caso es una chirigota bien cantada.

El primero de la tanda importante para la modalidad fue una toda una chanza sobre Rafael Gómez. Ay si escucha los ecos de la letra. El segundo, lo mismo pero contra Pedro Sánchez. A todo esto, también cantaron los de José Vacas a los soldados que murieron en Cerro Muriano por unas prácticas que… Si se pudiera expresar lo que se piensa. Ellos lo hicieron y estas coplas son las que se agradecen. Actuales, de temas sensibles, enriquecedoras. No fallaron e incluso ellos cerraron el telón.

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