Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Lo vio tan fácil que lo convirtió en imposible

Los jugadores del Córdoba cabizbajos | MADERO CUBERO

Paco Merino

0

El Córdoba cae otra vez a los puestos de descenso tras una dolorosa derrota ante el Almería | Los de Djukic se borran del partido en un segundo tiempo lamentable

Otra vez se ha liado. Tenía un plan y se le complicó de mala manera. La realidad de la Liga se le ha venido encima a un equipo que enseñó lo mejor y lo peor en una misma cita. Lo segundo pesó más y ahora tendrá que cuadrar de nuevo las cuentas ante un calendario temible. La derrota es de las que escuece. No se trata de lo que hizo el Almería, sino de lo que el Córdoba dejó de hacer. Después una más que notable primera parte, los blanquiverdes rememoraron sus peores tiempos perpetrando una segunda mitad para el olvido. O para la reflexión. O para la irritación. Desapareció el conjunto del Djukic del partido y se asomó el Almería, asombrado ante la oportunidad inesperada que le ofrecía su adversario. Además, le hizo algún regalito. El segundo gol almeriense fue de verbena. El Arcángel empezó ardiendo pero terminó convertido en una convención de sonrisas heladas. El partido de la rehabilitación terminó siendo el de la recaída. El Córdoba perdió el encuentro, el golaverage y una buena porción de su crédico como aspirante a la permanencia. Le toca recomponerse de nuevo. Le esperan en el Sánchez Pizjuán.

Lo que ocurrió en otros campos durante la tarde anterior acentuó el carácter dramático de la cita. Los éxitos ajenos empujaron de nuevo al Córdoba a los puestos de descenso, una situación bastante fea sobre la que Djukic trabajó seguramente en el vestuario antes de enviar a los suyos a la batalla. El serbio no dio finalmente la camiseta de titular a Krhin ni a Zuculini, los recién llegados, que empezaron viendo desde el banquillo el peculiar espectáculo de un combate de gladiadores por la permanencia. Para que se vayan enterando de a dónde han venido. Y en el Almería, poco alboroto. Les faltaba su especialista goleador, el israelí Tomer Hemed, pero no están los tiempos como para ponerse a llorar. Tradicionalmente les va mejor fuera de casa, pertrechándose y saliendo a la contra como alma que lleva el diablo. Para esto tienen a Edgar Méndez o a Thievy Bifouma, que si cobrara por kilometraje se haría millonario. En fin, un panorama esperado. Uno a pegar y otro a recibir.

En los primeros cinco minutos se dejó ver el Almería con un par de galopadas de Thievy, pero el Córdoba no le dejó demasiado margen para nada más. A los diez minutos le hizo daño real. Edimar -excelente otra vez el lateral brasileño, sobrio y solidario- fue trabado en el borde del área y Munuera pitó falta. Todos miraban a Bebé intuyendo el zapatazo violento del portugués, pero en éstas se acercó Fede Cartabia para acariciar el balón, elevarlo por encima de la barrera y alojarlo en la escuadra. Una obra de artesanía que el argentino festejó con rabia delante de la Tribuna. Con el 1-0 se reforzó el Córdoba, que gobernó con solvencia ante un Almería desconcertado, que apenas apuntaba peligro. Los rojiblancos comprendieron pronto que podía ser peor para ellos. En el minuto 21, Florin Andone cabeceó al larguero un córner botado por Fede. Apenas unos segundos después, el rumano le pegó con furia desde lejos y mandó la pelota al fondo. Con el graderío coreando su nombre, Florin Andone se motivó aún más. Estuvo siempre merodeando el área, como un depredador.

Mientras Juan Ignacio Martínez se dejaba la garganta en la banda, los de Djukic reafirmaban su posición dominante teniendo el balón y coleccionando llegadas. Fede Cartabia, en una acción individual, pudo hacer el segundo en el minuto 40, pero su duro disparo lo atajó Julián. Antes del intermedio lo tuvo muy cerca Florin, que se lanzó para cazar un centro de Bebé y no pudo conectar bien el remate con la punta de la bota en la misma línea de gol. El pitido del árbitro -muy protestado por la grada- sonó a gloria para el Almería, que se marchó con cierta esperanza después de haber sido sometido con claridad durante casi todo el primer periodo. Los blanquiverdes cumplían su rol. Sin complicarse la vida en la retaguardia, con Rossi entonado en el medio -el italiano vio tarjeta y no jugará en Sevilla- y generando ocasiones, el Córdoba despachó la mitad del partido con la sensación de haber guardado pocos ahorros para la segunda.

Lo del segundo tiempo roza lo inexplicable. No hubo cambios en ningún equipo pero aquello no era lo mismo. El Córdoba reculó, se dedicó a tocarla sin profundidad. La situación pasó a ser inquietante cuando el Almería se dio cuenta de que podía tener una oportunidad de sacar algo en claro. A Soriano le anularon un gol porque en el centro anterior se le había ido la pelota fuera a Thievy. La gente se miraba con incredulidad. El Córdoba no terminaba de rematar. Ghilas y Florin Andone lo tuvieron cerca, pero... El Almería se encontró el empate. Míchel Macedo recogió un balón suelto después de una desaplicación defensiva y silenció a El Arcángel con el 1-1. Su pelotazo entró tras pegar en el larguero. Todo el mundo se quedo petrificado. Cinco minutos después se consumó el esperpéntico episodio con el 1-2. El meta Juan Carlos no estuvo afortunado en la salida y el lateral rojiblanco Michel remachó en la línea el centro de Wellington Silva. Nadie se lo podía creer. En cinco minutos, todo el plan a la basura. Ninguno fue capaz de arreglarlo. Salieron Héldon, Zuculini y Abel, pero el Córdoba era un disparate sobre el campo ante un Almeria que no iba a perder lo que se había encontrado del modo menos pensado. Los de JIM se vieron inesperadamente con el control del marcador y defendieron la renta de manera salvaje. El Córdoba se quedó con una mueca amarga en el rostro. Otra vez a hacer números y a buscar la ley de la compensación. Si uno pierde el partido que debía ganar, tiene que hacer ahora todo lo contrario. Miren el calendario y saquen sus conclusiones.

FICHA TÉCNICA

CÓRDOBA, 1: Juan Carlos, Pantic, Crespo, Gunino, Edimar, Rossi (Bruno Zuculini, 63'), Deivid (Abel Gómez, 82'), Bebé, Ghilas, Fede Cartabia y Florin Andone (Héldon Ramos, 67').

UD ALMERÍA, 2: Julián, Michel Macedo, Trujillo, Dubarbier, Mauro Dos Santos, Verza, Wellington Silva (Dani Romera, 74'), Corona, Soriano (Espinosa, 79') y Edgar Méndez.

ÁRBITRO: Martínez Munuera (Comité Valenciano). Amonestó con tarjeta amarilla a los locales Fausto Rossi y Bebé y a los visitantes Dubarbier, Thievy, Wellington Silva y Trujillo.

GOLES: 1-0 (10') Fede Cartabia. 1-1 (61') Michel Macedo. 1-2 (66') Michel Macedo.

INCIDENCIAS: Encuentro correspondiente a la vigésimosegunda jornada del campeonato de Liga BBVA, disputado en el estadio El Arcángel ante 17.182 espectadores. Se hizo un llamamiento a la deportividad dentro de la campaña “Quien juega limpio, gana”, con la presencia en el césped del joven árbitro cordobés Guillermo Ávila.

Etiquetas
stats