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Villa y el mensaje de los números en la despedida

Pablo Villa antes del que fue su último partido al frente del Córdoba | MADERO CUBERO

Rafael Ávalos

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El Córdoba sumó casi la mitad de los puntos que disputó bajo las órdenes del técnico de Alcorcón, el quinto de la era González y el trigésimo en partidos dirigidos a los califales

Se acabó lo que se daba para Pablo Villa en el Córdoba. La aventura del entrenador de Alcorcón en el banquillo del conjunto blanquiverde terminó anoche tras la segunda derrota consecutiva en El Arcángel ante el Éibar. Apenas algo más de una hora separó el final del duelo con la escuadra armera y el anuncio de la destitución del preparador. Volvió a entrar en funcionamiento, una vez más, “la máquina de triturar técnicos”, como denominó en su día al club califal Fernando Castro Santos. Él también pasó por las cuchillas de un aparato que ya acabó con la trayectoria a orillas del Guadalquivir del inquilino número 66 de un banco que ahora espera a otro mientras toma el mando de manera provisional Luis Miguel Carrión. Se busca a alguien con experiencia, algo diferente a lo que se proyectó desde la llegada de Carlos González a la propiedad y la presidencia de la entidad.

Los números de Villa en las últimas semanas no ayudaban realmente a que pudiera salvar la situación. No en vano, con la derrota ante el conjunto guipuzcoano, desde la decimocuarta jornada -excluida ésta- sólo se habían sumado 11 puntos. Es decir, un tercio de los que se disputaron. Además, los blanquiverdes encadenaron dos tropiezos donde mejor participación tenían, en su propio estadio. Esa circunstancia resultaba desconocida desde verano de 2011. Ni siquiera con Esnáider se dio. Sin embargo, en cómputos globales las cifras distaban de ser realmente negativas. Bajo la dirección del técnico alcorconero el Córdoba consiguió cosechar algo más del 45 por 100 de los puntos que había en juego, un dato levemente superado por Luna Eslava y Berges, así como ampliamente por Paco Jémez en su segunda etapa en el banquillo califal, desde el ascenso en Huesca.

Pero esa estadística no resultó suficiente para continuar al frente de un equipo que al paso por la vigesimoquinta jornada de Segunda A se encontraba en décimo lugar y a dos puntos del play off de ascenso, sólo uno por debajo del Mallorca, por ejemplo. La diferencia con la zona de descenso es en este momento de cinco puntos. A modo de comparativa, aunque las circunstancias de una temporada y otra en nada se parecen, Paco Jémez fue destituido en la campaña 2007-08 en la fecha 31 del campeonato con 36 puntos, sólo tres por encima del peligro de la decimonovena plaza. Ni en aquella ocasión ni el pasado curso el cambio surtió efecto, aunque al menos hace más de un lustro se pudo mantener la categoría. Ahora toca dar el golpe de timón definitivo para que el cuadro califal consiga jugar unas eliminatorias por subir a Primera que de la mano de Esnáider se escaparon.

El sustituto de Villa será el entrenador número 67 del conjunto blanquiverde, que este verano cumplirá precisamente 60 años. En este sentido, el preparador de Alcorcón se marcha como el trigésimo técnico del Córdoba con más encuentros oficiales dirigidos. Son 26 en total: 25 de Liga y otro de Copa. Se queda a sólo un partido de Álvaro Pérez, Luna Eslava y José González. El nuevo inquilino del banquillo califal será el quinto en la etapa de Carlos González al frente de la entidad, que volvió a triturar a un técnico la pasada campaña en pleno campeonato después de otras tres en que hubo calma y no existieron cambios: Lucas Alcaraz completó dos temporadas y Paco Jémez la última de estabilidad.

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