Viajar no sienta tan mal

Ni uno ni dos ni tres. Encadena diez partidos en una dinámica que, en realidad, aún ha de tener efecto a nivel competitivo. Viajar no sienta tan mal. No le sucede al menos al Córdoba, que aparece como visitante peligroso en los últimos meses. Precisamente esa decena de encuentros que acumula en una estadística positiva es exactamente la cifra de duelos que suma de manera consecutiva sin conocer la derrota como visitante. Un dato en el que se incluye los siete choques que disputara la pasada pretemporada lejos de El Arcángel. En definitiva, al conjunto blanquiverde le va bien cuando sale de casa. Una racha que, de seguir en la recién iniciada campaña, resulta mucho más que positiva de cara al ambicioso objetivo que tiene marcado el club. El cuadro califal no pierde como foráneo, concretamente, desde que lo hiciera en Getafe el anterior curso.

El 7 de mayo el Córdoba visitó el Coliseum Alfonso Pérez. Ese encuentro tenía para el equipo de Luis Miguel Carrión una especial trascendencia dada su situación en la tabla clasificatoria. Una derrota podía poner contra las cuerdas a los blanquiverdes. Y no le salió un buen partido. El conjunto madrileño se impuso por 2-0 y saltaron las alarmas con toda su intensidad sonora. Los problemas crecían. Sin embargo, tras superar al Reus una semana después el panorama cambió. Más lo hizo después de lograr un valioso punto en el Ramón de Carranza ante el Cádiz (1-1). Ocurrió el pasado 20 de mayo. Comenzó el cuadro califal en ese duelo una dinámica que mantiene todavía a día de hoy. Una racha que alcanza guarismos notables si se tienen cuenta los bolos de pretemporada y que tiene apariencia positiva si sólo se anotan los choques de Liga. En ese sentido, son tres los que encadena la escuadra cordobesista sin conocer la derrota lejos de El Arcángel.

Una vez superada la prueba de Cádiz, el Córdoba certificó su permanencia de forma definitiva en Vallecas. Ese partido, de la penúltima jornada del campeonato 2016-17, concluyó con un triunfo por 1-2 y una fiesta contenida. Tampoco había mucho que celebrar. La salvación nada tenía que ver con la meta inicialmente establecida por la entidad. Después llegó un verano cargado de novedades, con una remodelación otra vez profunda de la plantilla y un buen puñado de amistosos. Todos los jugó el cuadro califal fuera de su estadio, excepto el que disputó -y venció (1-0)- ante el Betis. En sus siete contiendas estivales los de Luis Miguel Carrión se impusieron siempre: siete de siete para sellar el famoso ocho de ocho de la pretemporada. La positiva dinámica se vio rota en el comienzo de la presente campaña. El Cádiz dio un zarpazo inesperado (1-2). Pero viajar no le sienta mal al conjunto blanquiverde. Necesitaba demostrarlo en Albacete, donde dio continuidad a su positiva racha lejos de su feudo. Lo hizo a golpe de goles, con un amplio resultado (0-3). Ahora toca continuar con esa hoja de ruta.