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Los propósitos de Año Nuevo del Córdoba

Presentación de Pablo Alfaro como técnico del Córdoba | TONI BLANCO

Rafael Ávalos

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Termina uno e ipso facto comienza otro. Da para una versión distinta aunque en fondo no varía apenas el significado de Circle Of Life -en español, El ciclo de la vida- el tema principal de la banda sonora original de El rey león. El caso es que atrás queda un año y por delante se encuentra uno nuevo. Se trata de un 2021 que arranca este viernes y que como es lógico viene cargado de nobles intenciones para con uno mismo y para con el resto por parte de cualquier persona. Ocurre también a nivel institucional pues cada entidad tiene sus objetivos durante los doce meses que han de sucederse desde este primer día de enero. No es una excepción en este sentido, claro está, el Córdoba, que encara el recién iniciado período con grandes expectativas tanto en el apartado deportivo como en el referido a la gestión. Mientras, diversos frentes judiciales siguen en torno a la sociedad anónima deportiva (SAD) original.

Con Unión Futbolística Cordobesa (UFC) al frente ya con pleno derecho -o según dicta el Derecho por el Juzgado de lo Mercantil número 1-, las preocupaciones son menos. Al menos no son las existentes durante, sobre todo, el último año y medio. Si bien la historia de complejidad en relación al Córdoba CF SAD tuvo sus primeros capítulos ya a finales de 2017 y más aún a mediados de 2018. Lo cierto es que los gestores de la entidad afrontan 2021 con una calma en nada comparable con la de 2020, en la que el turbulento proceso para la firmeza jurídica de la venta de la unidad productiva del club causó más de un quebradero de cabeza. De esta forma, el consejo de administración, que representa cabe recordar a Infinity -grupo de inversión de Baréin-, está pendiente casi exclusivamente de su proyecto al frente del cuadro califal. Y esto incluye ideas en el plano competitivo -estrictamente futbolístico- pero también en el institucional.

En definitiva, los propósitos de Año Nuevo son principalmente tres y están marcados a la perfección. Por empezar con el ámbito que probablemente más interese a la afición, el Córdoba echa a andar en 2021 con la única aspiración, que es más una obligación, del ascenso a Segunda A. Ninguna otra posibilidad baraja o quiere sostener la entidad que no sea el retorno al fútbol profesional. Tal es el reto establecido también a través del trabajo de la dirección general deportiva con la confección de una plantilla con no pocas garantías e incluso tildada como la mejor de la categoría. De entrada, en este sentido, el cuadro califal ha de mantener el ritmo de los últimos encuentros del ya año pasado durante diez semanas. Son las que restan para concluir la primera fase de la competición en formato transitorio y realmente complejo. No sólo es importante acabar entre las tres primeras posiciones del Grupo III-B sino alcanzar la mejor plaza posible con el máximo de puntos.

La tarea en el plano competitivo comienza, o más bien sigue, ante el Betis Deportivo en la última jornada de la primera vuelta de la también primera fase del campeonato. El objetivo es cerrar este tramo con 17 puntos, la mayor cifra tras la dinámica de dos empates y dos derrotas que costó el puesto a Juan Sabas. Tras la llegada de Pablo Alfaro al banquillo parece muy probable no sólo alcanzar el triunfo en el estreno liguero de 2021 sino llegar a la meta de ser líder con una suma relevante. Antes, por cierto, el conjunto blanquiverde debe pugnar con todo un Primera como el Getafe por continuar adelante en la Copa del Rey. Después de estas dos citas, lo dicho: lograr los mejores registros que se puedan de cara al segundo período de la 2020-21. En éste se va a medir a los tres primeros del Grupo IV-A, que ahora mismo son un intratable Algeciras, el Tamaraceite de López Silva y el San Fernando. De ahí van a salir los clasificados para el play off, de nuevo exprés, para escalar hasta Segunda A.

Mientras, en el ámbito extradeportivo UFC encara 2021 con dos puntos básicos dentro de su proyecto. Esto no quiere decir que sea posible cumplirlos a corto plazo y siquiera antes del nuevo cambio de año. Ambos son referentes a las infraestructuras en las que trabajan los distintos equipos del Córdoba. Por un lado se encuentra la cesión de gestión de El Arcángel, que a su vez puede suponer la finalización del estadio y hasta las mejoras de la zona de El Arenal. En todo están mano a mano los mandatarios de la entidad y el Ayuntamiento, lo cual quedó demostrado el pasado lunes tras declaración del alcalde, José María Bellido. El primer edil anunció el inicio del proceso que permita regularizar tanto el coliseo ribereño como su entorno más allá de la Feria de Nuestra Señora de la Salud. Y el comienzo, para sorpresa de propios y extraños, no fue otro que la tramitación en el Registro de la Propiedad bajo titularidad municipal de todo el terreno. Aunque en el club se afirma que todo avanza con rapidez el procedimiento se puede extender durante meses e incluso un bienio.

Por otro lado, el consejo de administración de UFC desea resolver lo antes posible la situación de la Ciudad Deportiva. Recientemente indicó el consejero delegado de la sociedad, Javier González Calvo, que existe un entendimiento con el Grupo Tremon, empresa propietaria de las instalaciones del Camino de Carbonell. Sin embargo, el dirigente se mostró prudente en el sentido de que las instalaciones están ubicadas en un escenario por urbanizar legalmente. Si no se puede dar uso a este espacio, claro está, la propiedad del Córdoba va a procurar la construcción -y esto supone un plazo mucho más amplio de tiempo- de una nueva infraestructura en otra zona de la ciudad. Los pasos en este aspecto pueden darse incluso más velozmente que en relación al estadio. Sólo cabe esperar acontecimientos, por tanto.

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