El Pozoblanco, contra los rivales y su propia circunstancia

El conjunto blanquillo atraviesa una delicada situación deportiva, también provocada por sus circunstancias económicas, en una temporada en la que toca pelear por la permanencia en Tercera

No corren buenos tiempos para el CD Pozoblanco, que atraviesa la que es sin lugar a dudas su peor situación de la última década. Al conjunto blanquillo no le marchan nada bien las cosas en una temporada marcada por las apreturas económicas, algo que le llevó a conformar una plantilla repleta de futbolistas de menor categoría a la que milita y en su mayor parte de la comarca de los Pedroches. Un vestuario que, no obstante, trabaja por mantener al equipo en Tercera, algo que a día de hoy parece va a resultar complicado. No en vano, apenas suma tres puntos después de nueve partidos -cuenta con uno menos debido a modificaciones en el calendario-, de forma que es en estos momentos el farolillo rojo de un Grupo X en que aparece como único representante cordobés tras el ascenso del Córdoba B a Segunda B.

Lejos queda ya para la entidad vallesana la histórica temporada 2010-11, en l que bajo la dirección de Rafa Berges logró vivir un histórico play off de ascenso a Segunda B. En la actual campaña, las cosas son muy diferentes. La situación económica manda y en ese sentido se hubo de acudir a equipos como el Dos Torres o el Pedroche para completar un plantel al que además se añaden algunos juveniles blanquillos. Contra las adversidades le toca luchar a Mario Rojas, técnico que llegó al banquillo del Municipal pozoalbense tras su paso por el Espeleño y que ya antes de arrancar el campeonato de Liga dejó claro que sería complicado lograr el objetivo de alcanzar la permanencia en Tercera. Quizá no pensaba que los resultados pudieran caer como una losa jornada tras jornada. En este sentido, el Pozoblanco fue el último equipo en sumar de los 363 que militan en la categoría.

El preparador vallesano reclamó alguna contratación para intentar mejorar lo que ya tenía y el club respondió con la contratación de David Carmona, Molero y Alberto Fernández. Este último, veterano jugador que rechazó la opción de renovar por el conjunto pozoalbense en verano, regresó después de un breve paso por el Atlético Villanueva, al que también se marchó Viñas. Por el contrario, también se dio alguna baja ya con la temporada iniciada. Son los casos de Pedro Macareno y Chaves. Y sea como fuere, el Pozoblanco intenta luchar para continuar en Tercera, en tiempos en los que la principal meta es subsanar poco a poco el déficit con que cuenta. En eso trabaja una directiva que preside José Antonio Bravo, otrora feliz por campañas en que su equipo era uno de los que mejor competía en el Grupo X. Pero la actual situación deportiva ya se dejó adivinar, en cierto modo, la pasada campaña, en la que se obtuvo la salvación en las últimas jornadas.

La escuadra blanquilla, sin ir más lejos, sufrió el pasado fin de semana una derrota de las que hacen daño. Cayó por 7-1 en su visita al Gerena, herida que tiene oportunidad de sanar esta noche. Pues en Tercera también hay jornada entre semana y a los de Mario Rojas, que tienen claro que no bajaran los brazos, les toca recibir al duro Coria con la esperanza de iniciar una nueva dinámica que les lleve a abandonar el amargo sabor de la derrota y de vivir como colista. Es una lucha por la permanencia y por la supervivencia en la que no vale desistir, sino todo lo contrario. La temporada es larga y el equipo tiene tiempo para cambiar la mueca de angustia por una sonrisa, la que otorgaría evitar el descenso a Primera Andaluza, categoría en que militó por última vez en la campaña 2003-04.