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Cristian López

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Todo a punto una jornada más. Vista Alegre comienza a retumbar con las voces de las protagonistas. La luz de la tarde da paso a una nueva e intensa sesión de entrenamiento. El feudo capitalino se viste con su uniforme adecuado, pues los tapices cubren ahora el tradicional parqué. Alguien pulsa un botón y la música comienza a sonar. Hay mucha vida sobre aquella pista. Centenares de almas dispuestas a disfrutar de una nueva jornada de su deporte favorito. Así transcurre el ritual del Club Liceo-Córdoba, uno de los equipos de referencia no solo de la rítmica cordobesa, sino también del panorama andaluz y nacional. Y es que así lo atestigua su historia y su palmarés. Formación con doble foco, ya sea en el terreno más divertido o en el de la competición pura. 

La situación se va estableciendo por escalones, desde las más pequeñas de las escuelas hasta las mayores de la élite del club. Pero todas defendiendo los mismos colores, todas peleando y disfrutando del mismo sueño. Cintas, mazas, pelotas o aros se entremezclan entre los distintos tapices, según sea el ejercicio que toque en cada momento. Pero la música no deja de sonar, y ésta va desde Disney hasta Michael Jackson.

Una entidad forjada para unificar una pasión que andaba alimentándose a base de pequeños mordiscos. Y el Liceo fue uno de los pioneros para el desarrollo conjunto en la ciudad. En concreto, fue a finales de septiembre de 1988 cuando Marisol Lozano, actual presidenta, decidió fundar el club junto a varios miembros de su familia. Y a base de esfuerzo, trabajo y mucha pasión se han conseguido hacer un hueco en la zona de privilegio, enfocadas siempre hacia el fomento de la gimnasia rítmica y estética de grupo y tratando de preparar de la mejor forma posible a las gimnastas para las diversas competiciones oficiales de carácter local, provincial, autonómico y nacional.

“La rítmica en España, en general, tiene muchísimo nivel”, asegura Marisol Lozano, indicando que “es muy difícil llegar a un Campeonato de España y estar en los primeros puestos”. Y pese a todo, el Liceo sabe muy bien lo que es eso, puesto que “han sido muchas gimnastas las que han abierto paso a todas estas niñas que están ahora entrenando”. En efecto, su palmarés expone casi un centenar de medallas autonómicas, la mayor parte de ellas de oro, así como varias a nivel estatal. Eso sí, es innegable que el mayo éxito del Liceo recae en la figura de Lourdes Mohedano, gimnasta forjada en la entidad cordobesa y sin duda una de las mejores de la historia de España.

Entre sus logros sobresale la medalla de plata conquistada en los Juegos Olímpicos de Río 2016, aunque también ha sido bicampeona del mundo, entre otros reconocimientos. De largo, uno de los grandes exponentes históricos del deporte en la provincia. Y tiene sello del Liceo. “Como persona es fantástica y para las niñas es su ejemplo a seguir”, destaca Lola Ruano, vicepresidenta de la entidad y ex entrenadora de Lourdes, a la cual conoce desde muy pequeña y sobre la que incide además en que “es una más de la familia del Club Liceo”. 

Asimismo, Ruano expone que “la rítmica es un deporte súper sacrificado, igual que todos los deportes, pero la rítmica es verdad que es uno de edad muy temprana, en la que tienes que empezar muy pronto para que tu rendimiento sea el adecuado cuando llegas a unas ciertas categorías”, por lo que “es muy importante que una gimnasta tenga la cabeza muy bien amueblada, y eso también se trabaja. Hay que tener una madurez muy grande para llegar al alto rendimiento”. 

Por su parte, Laura Carrillo, coordinadora de los distintos equipos, explica a su vez que “hay mucha diversidad de gimnastas y de niveles, desde las más pequeñas que vienen sobre todo a disfrutar y divertirse con los aparatos, en un modelo mucho más lúdico, y luego ya van creciendo hasta las gimnastas que tenemos en el alto rendimiento”. 

Así las cosas, la música deja de sonar de manera progresiva y poco a poco se van vaciando los distintos tapices. Vista Alegre debe recuperar su otro tono para una sesión diferente. El pulmón de la rítmica ha culminado su trabajo por hoy. Y al día siguiente será igual. Así llevan durante más de tres décadas. Sin perder la pasión y siendo historia viva de Córdoba. 

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