De la incredulidad al aprendizaje
Más que un sabor agridulce lo que ocasiona el resultado esta vez es una sensación de frustración. Y no lo es a pequeña escala precisamente. Ésta es la consecuencia en el apartado emocional y anímico de un empate que cae como una derrota por la forma. También en cierto modo por el fondo. El caso es que el Córdoba tiene que rehacerse desde este domingo al golpe sufrido en Huelva, donde dejara escapar el triunfo ante el Recreativo en la última acción del primer partido de 2020. Un hecho éste que se da con un gol en propia puerta y apenas menos de dos minutos después de culminar una trabajada remontada. De ahí que tras el choque en el Nuevo Colombino existiera cierta incredulidad en el vestuario blanquiverde.
“Teníamos prácticamente el partido ganado. Hemos hecho lo más difícil, dar la vuelta al marcador. Creo que la segunda parte les hemos pasado por encima y el equipo ha estado muy bien, e incluso podríamos habernos ido con algún gol más de ventaja”, explicó Miguel de las Cuevas después del duelo en tierras onubenses. “Pero al final esto es fútbol y hasta que no pita el árbitro no te puedes relajar ni una centésima, porque al final te empatan y te vas con cara de tonto, como si hubieras perdido. Estamos ahora que ni nos lo creemos”, añadió acto seguido para admitir la extrañeza con que vivió la situación la plantilla califal. La verdad es que todo ocurrió de tal modo que resultaba dar crédito al desenlace.
Pero la incredulidad no fue lo único que hubo en el vestuario del Córdoba después de que se escaparan dos importantes puntos. También surgió la autocrítica. “Ha sido un centro lateral y Jesús (Álvaro) no se lo esperaba y se lo mete en propia. Jesús decía que no se había marcado nunca en propia y mira, ya le toca. No es fallo suyo porque la jugada es muy larga y creo que la teníamos que parar antes, no dejar que centre el lateral”, señaló De las Cuevas sobre la jugada que terminó por definir el encuentro. Sobre todo porque ya no hubo tiempo para más. “Esos pequeños detalles tenemos que corregirlos, porque si no nos va a costar”, quiso remarcar el veterano futbolista, que además fue quien inició la remontada con el 1-1 desde el punto de penalti.
El atacante confesó después de lo expuesto que el empate supuso un duro golpe para el equipo de Raúl Agné. Principalmente porque sus integrantes estaban deseosos de festejar el triunfo y ya casi lo hacían. “Con las ganas de celebrar la victoria te viene el varapalo de ese último segundo que nos mata”, expresó después del encuentro. “Se te escapan dos puntos en un campo complicado y en un momento de engancharnos otra vez arriba”, lamentó después. Fue antes de lanzar un mensaje de exigencia al cuadro califal, que cierra la primera vuelta fuera de la zona de play off tras dos jornadas sin sumar de tres. Primero fue la derrota ante el Marbella y el sábado, en el inicio de 2020, el desagradable empate en Huelva.
Para que no haya lugar a este tipo de situaciones, De las Cuevas advirtió de un deber al que ha de responder el Córdoba. “Tenemos que jugar cada partido como la segunda parte de hoy (por el sábado). No tenemos complejo con ninguno (rival), tenemos buen equipo y si somos dominantes como en la segunda parte vamos a ganar muchos partidos”, apuntó con el fin de hallar una cura a la frustración. En este punto consideró que “si el equipo juega así, a la postre, va a estar arriba”. Aunque su parte de discurso positivo la concluyó con una idea que nadie debe olvidar en el vestuario blanquiverde: “Tenemos que mejorar para estar arriba”. Fue así cómo, de alguna manera, el jugador de Alicante transmitió que este tipo de encuentros tienen su importancia en cuanto al aprendizaje. Así estaría bien que lo tome la plantilla tras sus minutos de incredulidad.
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