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Un triunfo histórico en la memoria

Manu Leal, en la celebración del primer gol en Primera.

Rafael Ávalos

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Transcurrido más de año y medio vuelven a verse las caras en el mismo lugar que en aquel momento. El escenario es un Palacio Municipal de Deportes Vista Alegre que se vistiera de gala, como se suele decir, para un encuentro único. Los protagonistas son un equipo entonces debutante y otro que fuera de rango superior. Pero de nada sirven los escalafones si no se demuestran en la pista, que es el particular campo de batalla en este caso -en estricto sentido deportivo-. Ahora la situación es muy diferente a la de esa tarde noche, en la que la ciudad volviera definitivamente a la máxima categoría del fútbol sala español. De su estreno en Primera, el Córdoba Patrimonio de la Humanidad guarda un gratísimo recuerdo, el mejor posible de hecho. Básicamente porque es con un triunfo como iniciara su singladura en la elite, lo que hiciera ante el que es su nuevo rival esta temporada: Osasuna Magna.

En efecto, el choque del sábado (13:00) en Vista Alegre tiene cierto carácter especial para el conjunto blanquiverde. No en vano, permite rememorar, más si cabe a quienes gustan de este tipo de datos, una jornada extremadamente feliz. Es en concreto la del 13 de septiembre de 2019. Aquel día, viernes por cierto, el Córdoba Patrimonio de la Humanidad disputaba el primer partido de su existencia -todavía breve pero marcada ya por el éxito- en la considerada mejor liga del mundo. Como rival tenía a un hueso duro de roer, si se tira de tópico. Bueno, en realidad era mucho más que eso pues en el otro lado del parqué se encontraba con un equipo que venía de disputar el play off por el título la campaña anterior. Y no sólo eso sino que Osasuna Magna, que era el adversario en cuestión, había finalizado en tercer puesto el campeonato regular de la 2019-20 en Primera de la Liga Nacional de Fútbol Sala (LNFS).

La prueba inicial lo era de fuego. Más difícil no podía ser el arranque histórico en la principal división española. Quizá una visita a Barça, Movistar Inter o ElPozo Murcia habría sido lo único que aportara más complejidad al soñado debut. Entonces, unas semanas antes tras conocer el calendario, la perspectiva incluso en el club no era muy optimista en un comienzo de temporada que traía consigo enfrentamientos tempranos ante los tres colosos del fútbol sala patrio. O el partido en la pista del Levante apenas en la segunda fecha del curso. Sin embargo, todo se tornó en dicha a partir de aquel viernes y la visión del desafío fue mucho más positiva. Porque Osasuna Magna acabó por sucumbir en un escenario que desconocía, como la inmensa mayoría de los clubes de Primera de la LNFS. Un solitario gol de uno de los referentes deportivos de la joven entidad fue suficiente para celebrar en el complicado estreno.

Cinco hombres que participaron en el ascenso, no menos histórico por supuesto, del cuadro califal a la mejor liga del mundo formaron inicialmente en el punto de partida en la elite. Cristian Ramos defendía la portería, con Jesús Rodríguez, Lolo Jarque, César y Manu Leal por delante. Precisamente este último, el capitán del plantel, se erigió en casi absoluto protagonista con un tanto que pocos van a poder olvidar. Menos si cabe quienes tuvieron la oportunidad de verlo en vivo, de asistir al instante exacto en un Palacio Municipal de Deportes Vista Alegre que se convirtió en una fiesta al final de los 40 minutos. El ala anotó el 1-0, que a la postre fue definitivo, en el minuto 9. A partir de ahí, el Córdoba Patrimonio de la Humanidad tuvo que fajarse en labores defensivas para evitar siquiera la igualada. Lo logró, gracias también al guardameta, que añadía otro punto positivo con imbatibilidad en su debut.

Aquel partido estuvo dirigido desde la banda por Miguel Ángel Martínez Maca, se hace necesario recordar. El técnico que condujo al equipo a Primera, tras una brillante fase de ascenso ante el todopoderoso Betis y el no menos potente Mengíbar, siguió al frente de una plantilla remozada pero que permanecía con el sello de la tierra. Sea como fuere, la entrada en la máxima categoría fue inmejorable para el cuadro califal, que por si fuera poco una semana después repitió sorpresa en Paterna en su también difícil duelo con el Levante. Venció por 2-3 y con seis de seis -dos de dos en triunfos- se colocó colíder junto con un Movistar Inter ante el que disputó, precisamente, una primera posición que, con el peso de la lógica, perdió.

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