El francés Roumane se proclama campeón del Open Ciudad de Pozoblanco

El palmarés del Open Ciudad de Pozoblanco Covap – Memorial Fabián Dorado incluye otro nombre desde el domingo. Es el del francés Rayane Roumane, que se proclamó campeón de la vigésimo quinta edición del torneo después de vencer en la final al ruso Konstantin Kravchuk por 6-4 y 7-5 en una hora y 24 minutos. El galo, de sólo 18 años, gana de esta forma su primer título en el circuito profesional y empieza a demostrar el potencial que sus grandes éxitos en categorías inferiores hacían presagiar.

El último partido fue rápido, con pocos intercambios. El más joven de los tenistas que luchaban por la corona pozoalbense pareció por momentos el veterano. Roumane no entró en las trampas que le tendió su rival y supo aprovechar las lagunas de éste para llevarse el duelo.

La primera manga, pese al 6-4 definitivo, fue un visto y no visto. Su duración fue de 35 minutos, con un tenis intenso, típico de pista rápida, así como con pocos intercambios y un Roumane más acertado y agresivo desde el fondo. Este hecho decantó el set a su favor. Kravchuk, por su parte, tardó en entrar al partido y lo pagó caro. El francés ganó tres de los primeros cuatro puntos y rompió en su segunda oportunidad, un punto a favor que no había tenido en rondas anteriores que no desaprovechó.

Pese a jugar en muchas ocasiones con segundos, el galo apenas daba opciones al veterano jugador ruso cuando servía. En especial, desde el fondo de la pista, desde donde mostró la misma seguridad que ya había enseñado en rondas anteriores ante rivales en teoría superiores -por ranking- como Illya Marchenko. Kravchuk trataba de aguantar el marcador a la espera de su oportunidad al resto, pero en el séptimo juego se dejó ir y el joven francés se apuntó su saque en blanco para sentenciar la manga. O casi.

Con 5-2 y saque, Roumane erró en demasía. Jugó casi siempre con segundos y eso le permitió a Kravchuk alargar el set e, incluso, con 5-4 y 0-15, presionar al galo. El joven tenista parecía verse afectado por estar ante su primera final profesional, pero logró reaccionar con dos aces que le devolvieron el mando en el juego y le ofrecieron la oportunidad de cerrar la manga. No la desaprovechó.

El segundo set arrancó con la misma tónica, con un Roumane que solventaba con cierta comodidad su saque mientras presionaba el de su rival. Sin embargo, en el cuarto juego todo cambió. Una doble falta y un error no forzado del francés le dieron a Kravchuk cierta ventaja, que con un winner imposible de alcanzar y una dejada variaron el signo del choque. El ruso se ponía 3-1 arriba y consolidaba a continuación para sentarse por primera vez con renta favorable en el marcador. No la desaprovechó y se dejó ir con el saque de su rival para mostrarse contundente con el suyo.

Así se llegó al noveno juego, en el que, con 5-3 a favor del ruso y saque, Kravchuk dispuso de una bola de set que parecía llevar el duelo a una incierta tercera manga. Pero Roumane no se rindió. Con un revés espectacular salvó el set ball y después metió un resto ganador. Un winner ante la subida de su rival le dio el juego al galo. El set volvía a equilibrarse y en ese instante el que parecía más fuerte, de nuevo, era el joven francés, cargado además de moral tras superar esa situación límite.

De hecho, Roumane se aprovechó de las circunstancias. En medio de las protestas de su rival por las decisiones de los líneas, el galo pareció el veterano y mantuvo la calma. El joven tenista no se fue del partido y, tras ponerse 15-40, aprovechó su segunda bola de ruptura para situarse 6-5 y con saque. Era su oportunidad. Ganó el juego y logró el primer título profesional de su carrera.