Fran González toma impulso en India: “Estoy muy contento, es una gran oportunidad”
Es uno de los máximos referentes a nivel internacional. No tanto quizá por el estatus del club de turno, por decirlo de alguna forma, o la competición en que interviene sino por el protagonismo que tiene donde al fin parece echar raíces. Convertido en todo un trotamundos, por necesidad pero más por gusto, Fran González es un nombre básico del fútbol cordobés en el panorama mundial. El central con pasado en el Córdoba, al que estuviera abierto según é mismo, va a continuar una temporada más en India pero lo va a hacer en una entidad de mayor rango si cabe. Tras proclamarse campeón de la I-League con el Mohun Bagan, para cuya afición fuera un ídolo -en Calcuta le llaman The Boss (El Jefe)-, el zaguero toma impulso en el país asiático y firma con uno de los principales conjuntos de la Indian Super League. Recala en el Bengalaru para actuar en un campeonato de carácter privado -con lo que eso supone a nivel mediático, así como deportivo allí- y con opción de disputar en un futuro la Asian Cup.
A Fran González no le faltan arrestos para con su edad, ya que aún es joven, seguir con una carrera internacional envidiable. Incluso cuando parece que todo puede torcer de tal forma que acabe sin posibilidad de jugar. Es la complicada situación que le ha tocado vivir en realidad en India. Básicamente porque su equipo hasta ahora no tenía la más mínima intención de facilitarle su salida. Y eso que en una teórica fusión con el Atlético Kolkata -en el que militó años atrás Javi Lara- iba a surgir un club de la citada Indian Super League. Al final, el salto lo ha dado en el suspiro casi final -no es el final porque hay oxígeno todavía, y mucho-. “No esperaba ya firmar nada porque he tenido muchos problemas para rescindir con mi equipo. No nos poníamos de acuerdo”, dice el zaguero sobre su contratación por el Bengalaru.
“Es un equipo grande. Estoy muy contento porque es una gran oportunidad, un buen escaparate”, afirma en declaraciones a CORDÓPOLIS. Realmente, Fran González atendió a este periódico el pasado martes, cuando estaba recién llegado a Madrid para cerrar los pertinentes asuntos burocráticos para residir en India -viaja este jueves al país asiático-. Entonces, tenía fresca la firma en el contrato en el, ojo al dato que diría aquel, día para cierre de mercado en India. Así lo comentó el cordobés, que también cuenta cómo la puerta del que creyera iba a ser su club la próxima temporada se cerró sin más -por pura lógica en realidad-. El defensa iba a formar parte del Kerala Blasters, una entidad también perteneciente a la Indian Super League en la que, además, el mando en el banquillo lo va a tener su entrenador la pasada campaña en el Mohun Bagan.
Los problemas con el club al que pertenecía hasta ahora para llegar a un acuerdo en su salida hicieron que todo saltara por los aires. “Me llamó (su antiguo entrenador) y me dijo que no podía esperar más. Firmaron a Vicente Gómez”, expone. Así, el técnico con quien logró conquistar el título de la I-League meses atrás tuvo que optar por el jugador de Las Palmas, fácilmente reconocible por los aficionados españoles al militar en el conjunto canario o en Deportivo de la Coruña. Ese entrenador está al frente, en efecto, del Kerala Blasters. Pero la situación, lejos de hundir anímicamente al defensa le terminó por resultar favorable. Es aquello de que cuando una puerta se cierra, una ventana se abre. Y no es para saltar por ella al vacío sino para respirar. “A última hora del mercado me salió esto y es un bombazo”, asegura.
Fran González, a sus 31 años, cuenta con un importante historial deportivo en el plano internacional. Surgido en el Enrique Puga, en las categorías inferiores del emblemático Séneca, enseguida hubo de buscar oportunidades fuera de la ciudad y la provincia. A ello ayudó el interés que por él mostraron otros clubes, como el Almería, en cuyo filial militó antes de pasar por el extinto Lucena en su época más dorada, el Zaragoza B o el Hércules. En verano de 2014 firmó con un Córdoba B recién ascendido y novato en Segunda B. Pero la entidad de El Arcángel le cortó el paso cuando ya había de tomar una decisión más o menos drástica de cara a su futuro. Fue entonces cuando recaló en el José Rico Pérez y vislumbró sin saberlo su exitoso trayecto por el planeta. Vistió las elásticas del Ermis Aradippou de Chipre, del Pattaya United de Tailandia, del Bytovia Bytów de Polonia y del Lee Man de Hong Kong. En todos ellos dejó huella y en el último equipo celebró una histórica Copa Sapling. Ocurrió antes de llegar a India, un país en que es una pequeña institución del balompié y donde ya sabe lo que es alzar, como capitán además, el trofeo de campeón de la I-League.
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