Farol rojo en la mano ocho meses después
A día de hoy es anecdótica. Pero no deja de ser incómoda. La última plaza es la que nadie desea ocupar, sea cual sea el momento de la temporada. Una posición que sin embargo otorgan los resultados al Córdoba tras un negativo comienzo de campaña. La derrota del pasado domingo en Albacete condena al cuadro califal a caminar de nuevo con el farol rojo en la mano. En realidad es la cifra de goles recibidos en los primeros tres encuentros del campeonato liguero lo que lleva al cuadro califal a ser colista de Segunda A. Una situación poco agradable que no viviera el conjunto blanquiverde desde hace más de ocho meses, cuando lograra escalar un par de posiciones aun cuando continuara en la zona de descenso. Al menos, no se encuentra en desventaja respecto de la permanencia, ya que iguala a puntos con el decimoctavo, el Almería.
“Hemos tocado fondo, más bajo no podemos caer, y quiero pensar que a partir de aquí todo mejorará”, afirmó José Ramón Sandoval tras el encuentro en Albacete. El choque en el Carlos Belmonte dejó muy tocado al técnico, tanto como a la plantilla. La goleada fue dolorosa, pero no menos las sensaciones que quedaron a nivel global. El conjunto blanquiverde se vio superado por el manchego en todo momento. De ahí vinieron las tres dianas que incrementaron el número de goles en contra hasta los diez, que son sólo seis menos que en los 16 partidos que disputó el equipo en la 2017-18 bajo las órdenes del preparador madrileño. Es precisamente la fragilidad defensiva lo que lleva al cuadro califal a ser de nuevo farolillo rojo.
Fue el 20 de diciembre cuando el Córdoba tomó oxígeno en la tabla. No demasiado, pero sí suficiente para no cerrar la clasificación de Segunda A. Entonces, se impuso por 5-0 al Reus en el cierre deportivo de 2017. Curiosamente, fue el día en que se dio a conocer el acuerdo de compraventa del club entre Carlos González y Jesús León. Al frente del cuadro califal se encontraba Jorge Romero, quien fue destituido semanas después para que José Ramón Sandoval se hiciera cargo de un equipo hundido en la tabla. Aquel partido ante la escuadra catalana era el correspondiente a la vigésima jornada del campeonato 2017-18. Si bien el cuadro califal no consiguió salir de los puestos que conducían a Segunda B hasta la penúltima fecha del curso, jamás volvió a ocupar la última plaza.
El pasado domingo el conjunto blanquiverde volvía a convertirse en farolillo rojo aun cuando la jornada no había terminado. La derrota del Almería ante el Málaga en la noche del lunes no cambió el panorama. Principalmente porque es la elevada cantidad de goles en contra lo que hace que el Córdoba sea visto como el colista de plata. Este hecho es el único que puede ser tenido como positivo dadas las circunstancias: los blanquiverdes cierran la clasificación, sí, pero no padecen desventaja respecto de la permanencia. El equipo de José Ramón Sandoval iguala a puntos, o a punto pues sólo es uno en ambos casos, con el decimoctavo clasificado. Éste es el propio cuadro rojiblanco. Con los dos empatan también el Extremadura, el Nàstic de Tarragona y el Osasuna.
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