UPA confirma el fuerte impacto del mildiu en los viñedos de Córdoba

La campaña vitivinícola en Andalucía afronta un escenario crítico. El mildiu, un pseudohongo parásito que ataca a la vid —afectando a hojas, racimos e incluso sarmientos—, ha provocado ya pérdidas de cosecha de entre el 50% y el 80% en provincias como Córdoba, Málaga, Cádiz, Huelva y Sevilla. Una plaga favorecida por las condiciones de alta humedad y temperaturas suaves que han marcado esta primavera, y que ha llevado a UPA Andalucía a pedir a la Junta ayudas urgentes, junto con medidas estructurales como más inversión en investigación fitosanitaria y una revisión de los protocolos de protección del viñedo.

“Durante este año, las abundantes lluvias han supuesto un alivio a la larga sequía que venimos sufriendo. Sin embargo, también han coincidido con el momento más crítico de la floración, lo que ha tenido consecuencias devastadoras para la vid”, explica Francisco Moscoso, vicesecretario general de Agricultura de UPA Andalucía.

En el caso de Córdoba, el nivel medio de afección se sitúa en un preocupante 50%. Según Moscoso, “la mayoría de las parcelas han sufrido un fuerte incremento de la presencia del mildiu, una enfermedad que va a reducir de forma considerable la cosecha en una provincia clave para el sector vitivinícola andaluz”.

En otras zonas, como la Axarquía malagueña, las pérdidas alcanzan el 80% de la producción, lo que compromete la viabilidad de numerosas explotaciones familiares. El Condado de Huelva también registra una grave incidencia, y en Cádiz, especialmente en los viñedos del interior, la Red de Alerta estima daños en el 100% de las parcelas muestreadas, con un 15% de racimos afectados.

Ante esta situación, UPA Andalucía exige al Gobierno central y a la Junta de Andalucía que actúen de forma inmediata. Entre sus demandas figuran la reducción del IBI agrario para 2025 y la modificación de los módulos fiscales del IRPF para los agricultores afectados.

“Los viticultores no podemos afrontar solos este problema”, insiste Moscoso. “Estamos ante una enfermedad que amenaza seriamente la producción, reduce drásticamente la cosecha y genera pérdidas económicas notables que hunden la rentabilidad de nuestras explotaciones. Necesitamos el respaldo de las administraciones con la misma sensibilidad que han mostrado ante otras catástrofes agrícolas”.

Moscoso recuerda, además, que el viñedo no solo produce vino, sino que “fija población al territorio y genera riqueza en los pueblos”. Por eso, insiste en que es fundamental “reforzar la investigación en tratamientos más eficaces contra el mildiu y actualizar los protocolos de prevención para campañas especialmente lluviosas como la actual”.