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El cordobesismo se vuelve loco ante la cercanía de la hazaña

Unos dos millares de aficionados del Córdoba reciben al equipo a su llegada al estadio y le piden al presidente que flete un avión
Todavía no ha comenzado y ya se juega. El partido mas importante de las últimas cuatro décadas para el Córdoba arrancó algo áas de una hora antes de que empezara a rodar el balón por el césped de El Arcángel. Lo hizo, como no podía ser de otra forma, con la animación del cordobesismo al equipo que dirige Albert Ferrer. A las seis de la tarde se contaban por centenares los aficionados que se daban cita en torno a la puerta 00 del estadio. Esperaban bajo un sol de justicia, pero no importaba. En ese momento los abrazos y las sonrisas, así como los gestos de emoción contenida, eran la tónica dominante. El tiempo avanzaba lentamente y con mayor rapidez se incrementaba el número de seguidores blanquiverdes que llegaban para recibir al cuadro califal.
En torno a dos millares estaban presentes cuando el autobús del Córdoba se aproximó al coliseo ribereño. Entonces rugieron sus gargantas y los jugaodres se contagiaron, algo que se comprobó con posterioridad sobre el terreno de juego. El premio final es el ascenso a Primera, ese que se desea por estos lares desde hace 42 años. Está próximo y todos quieren sumar para que el sueño termine en realidad y no en pesadilla. Por cierto, que antes de que los de Ferrer llegaran al estadio, se dejó ver Carlos González, que botó a petición de la afición. También le pidieron en tono de humor que pagara un avión para ir a Las Palmas.