Cómo convertirse en potencia del balonmano en 24 horas

El Ángel Ximénez de Puente Genil asciende a la Liga Asobal y sigue la estela triunfadora del Adesal La Fuensanta femenino, nuevo equipo de la Superliga ABF

En apenas 24 horas, dos clubes han convertido a Córdoba en una de las grandes potencias nacionales del balonmano. Así, como suena. No han sido exactamente un puñado de horas. En ese periodo de tiempo, coincidente con este fin de semana de mayo, se ha vivido el último fogonazo, el desenlace de una historia que lleva construyéndose mucho tiempo. Uno lo hizo en Irún. Otro firmó su gesta en Valladolid. Para el Ángel Ximénez de Puente Genil y el Adesal La Fuensanta ha sido el cruce de la meta tras una carrera de obstáculos de cuya dureza sólo pueden dar testimonio fiel quienes llevan toda la vida envenenados por este deporte de minorías que, en esta ocasión, se ha rebelado contra el destino para ocupar todas las portadas y comentarios. A partir de ahora se abre una nueva era. El balonmano se erige en una modalidad puntera, con dos equipos en máximas categorías masculina y femenina. Nunca se había visto una situación igual.

El Ángel Ximénez de Puente Genil, un histórico del deporte provincial, ha logrado una hazaña sólo al alcance de elegidos. Ha demostrado talento, determinación y agallas. En uno de los templos del balonmano nacional, el pabellón Artaleku, consiguió la victoria contra el anfitrión de la pista y de la fase, el Bidasoa Irún, por 26-28. Campeón de la División de Honor Plata y con un sitio en la próxima edición de la Liga Asobal, donde cogerá el testigo de otro vecino cordobés, el ARS de Palma del Río, que no pudo evitar el descenso. El conjunto pontano ha seguido la estela triunfadora del Adesal La Fuensanta, que hoy ha ganado su último partido en la fase de ascenso a la ABF al Mavi Nuevas Tecnologías (30-29). Con ese último triunfo, las cordobesas se coronan como las mejores de la categoría después de haber vivido los festejos por el ascenso unas horas antes, después de despachar en la pista al Oviedo (22-25). Así se les gastan los equipos cordobeses. El único que no pudo aprovechar la oportunidad para ascender, lo que hubiera redondeado un fin de semana fantástico para el balonmano cordobés, fue el BM Aguilar, que era el anfitrión de la fase de ascenso a Primera Nacional. El conjunto aguilarense logró vencer al Torrevieja por 25-23 en su último partido, pero hubiera necesitado una diferencia de cuatro o más goles para tener opción por delante del Safa Atlético de Madrid, que se impuso a los cordobeses en la jornada anterior (25-28) y que fue quien finalmente se llevó el primer puesto. De cualquier modo, el BM Aguilar de Pepe Morales firmó un curso excelente y cuenta con potencial para intentarlo de nuevo la temporada que viene.

El equipo de Puente Genil, representante de una entidad que siempre sobresalió por su buen trabajo de cantera y su tenacidad para resistir compitiendo en situaciones límite, conquistó un ascenso con todos los alicientes épicos. El conjunto de Javi Elvira se deshizo en las semifinales del Alcobendas (29-27) y se plantó en la gran final ante el dueño de la pista, el Bidasoa Irún, que tenía todos los pronunciamientos a su favor. Más de tres mil espectadores en Artaleku, el último precedente victorioso en el campeonato de Liga y un arbitraje que, en ciertos lances del partido, resultó alto tendencioso. Los pronósticos no le otorgaban demasiadas posibilidades de salir vivo de aquel infierno. Nada de eso pudo con el coraje del Ángel Ximénez de Puente Genil, que resistió la fulgurante puesta en escena de los locales y no se dejó intimidar. Al contrario, se enardeció ante su propio éxito después de neutralizar un 4-1 inicial y ponerse con ventaja. Todo el duelo estuvo equilibrado (13-12 al descanso), presidido por una enorme tensión y con los nervios dejándose notar en cada jugada hasta el final. El Puente Genil manejó mucho mejor la situación ante un Bidasoa que se desquició ante el inesperado desenlace. Córdoba seguirá contando con un representante en la máxima categoría del balonmano nacional masculino.

Las féminas del Adesal vivieron a tope la fiesta por el ascenso matemáticamente logrado tras su triunfo el sábado ante el Oviedo, pero decidieron que su aventura debía tener el mejor de los finales posibles. Las chicas de Rafa Moreno sellaron con un triunfo ante el Mavi -el único que les derrotó en la primera fase de Córdoba- su clasificación final: campeonas de España en su categoría. Las mejores. El pabellón de La Fuensanta se convierte desde ahora en el hogar de un equipo de élite, que encara ya el porvenir con la idea de mantener su esencia -trabajo de cantera, austeridad y buena gestión deportiva- para continuar la progresión que ha llevado desde que hace unos años el legendario y añorado Kiko Pastor pensó que no sería mala idea fundar un equipo de balonmano femenino con sede en un barrio tradicional de Córdoba. Efectivamente, no se equivocó. Este éxito es el mejor homenaje a su memoria.