Cecilio y Bebé avanzan en la pelea
El mejor fútbol sala a nivel nacional ya se juega en Málaga. El Palacio de los Deportes Martín Carpena acogió este martes un intenso inicio de competición, que fue ganando en velocidad y ritmo con el paso de los minutos. El talento se impuso a la falta de entrenamientos, demostrando que, una vez que rueda el balón, los mejores conjuntos del país no dudan en darlo todo por el entorchado de la Liga Nacional de Fútbol Sala. Una primera jornada de cuartos de final que tuvo velocidad, ocasiones, rivalidad técnica y táctica, y alguna que otra sorpresa. Además, la presencia cordobesa acabó siendo decisiva en el arranque del play off exprés. De hecho, uno de los primeros representantes califales en saltar a la pista acabó dando la campanada para su equipo, mientras que otro sentenció la contienda a favor de los suyos.
En este sentido, la jornada se inició con el enfrentamiento entre el Inter Movistar, líder de la competición hasta su interrupción, y el Jaén Paraíso Interior. Los problemas en la plantilla de los madrileños, que incluso no contaron sobre el parqué con su estrella, un Ricardinho que no disfrutó de ningún minuto de juego, se evidenciaron sobre la pista malagueña. La falta de intensidad fue una constante en ambos bandos, aunque finalmente acabó brotando la magia individual. Y eso que fueron los de Dani Rodríguez los primeros en adelantarse, a través de un doble penalti convertido por Carlitos. Sin embargo, segundos después empataría Elisandro y Raya voltearía la situación. Por último, el cordobés Rafael García Bebé acabó sentenciando el choque para el cuadro madrileño, que lograba así el pase a semifinales.
Pero más decisiva fue aún la aportación del talento local en el segundo choque, que medía al vigente campeón, el FC Barcelona, ante el Levante UD. Los azulgranas subieron aún más la intensidad, demostrando que iban a por todas desde el principio, lo cual obligó a los de Diego Ríos a ir a rebufo en todo momento. Asimismo, el duelo se puso aún más de cara para los catalanes con los goles de Sergio Lozano y Daniel. Al Barça le bastaba con el empate, por lo que la situación se ponía muy adversa para el conjunto granota, que tiró de orgullo para voltear el resultado.
Primero sería Pedro Toro el que recortase distancias, mientras que Cuzzolino materializó la igualdad en medio de unos minutos de absoluta polémica, con varias decisiones arbitrales que fueron muy discutidas. El choque siguió su curso y los de Andreu Plaza seguían metidos en las semifinales, hasta que apareció Cecilio Morales. El ala de Montoro cogió el balón al borde del área y culminó la jugada con un disparo a falta de tres segundos que acabó dentro de las redes azulgranas. Ahí se desató la locura, dando así el billete al Levante para la siguiente ronda.
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