Omar Perdomo y “un día especial” en El Arcángel
Cuarta jornada y cuarta victoria seguida del Córdoba. Ritmo imparable a golpe de récord, situación que deja a no pocos nombres propios en una remontada frenética. Sin duda, uno de ellos es Omar Perdomo, quien vivió “un día especial” en El Arcángel, ya que el canario pudo al fin debutar como titular, y además, lo hizo marcando uno de los goles. En concreto el centrocampista se apuntó el segundo, el cual sirvió para poner al fin a su equipo por delante, y que encarrilló un resultado con el que los cordobesistas suman “los tres puntos ante el Don Benito que no era nada fácil”.
En jugador admitió sentirse “muy bien”, ya que se encuentra “bastante cómodo”, reconociendo que “no soy un jugador vistoso en ese puesto (de extremo), pero sí más eficaz. Lo intento hacer todo más sencillo. El míster decidió que cambiase la posición con Fuentes y nos vino bien”.
Sin duda, el Córdoba es el gran equipo a batir de la Segunda RFEF, lo que ha generado, como es lógico, una ola de optimismo absoluto en la ciudad. No es para menos, por historia, plantilla y presupuesto. Y es que el objetivo no es otro que el ascenso, ya que “el entorno marca que hay que ganar y eso es un punto que genera ansiedad”, subrayó Perdomo, explicando que “es una de esas cosas que también nos lleva a estar apurados. Nos hemos enfrentado también a un equipo con físico y veloz”.
Sea como sea, son tres puntos más y la primera titularidad para él, que semana tras semana debe competir en una demarcación de muchísima exigencia y en la que la mayor parte de jugadores se encuentran a un nivel óptimo. “Somos una plantilla bastante amplia”, ha recalcado el canario, exponiendo que le gustaría “destacar a jugadores como Bernardo, que no está gozando de minutos, pero que es un profesional tanto fuera como dentro del campo. Es una de esas cosas buenas que tiene este equipo y es que los puestos están caros”.
Finalmente, Perdomo ha tenido igualmente tiempo para valorar el siguiente partido, que también será especial para el futbolista, pues “voy a casa, a mi tierra, a enfrentarme a un rival de allí, pero el de hoy es más bonito porque escuchar como el estadio grita tu gol, te marca y no se me olvidará en la vida”.
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