Zaragoza - Córdoba
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Resultado y goles
El Córdoba CF aprende a sufrir y se lleva tres puntos de oro ante el Real Zaragoza
Había que ganar y se ganó. Sin el brillo de otras tardes ya muy lejanas en el tiempo, pero con el oficio y la solidez que se presuponen a un equipo que aspira a algo más que luchar por el descenso. El Córdoba Club de Fútbol ha logrado un triunfo de oro (0-1) en su visita al Ibercaja Estadio ante el Real Zaragoza en un partido áspero, de pocas ocasiones y mucha brega. El conjunto blanquiverde se sostuvo en un imperial Iker Álvarez durante la primera mitad y encontró el tesoro del gol en un córner casi olímpico de Dalisson en la segunda. A partir de ahí, el equipo supo sufrir, aguantar con uno más tras una expulsión y sobrevivir a los sustos típicos de último suspiro para amarrar tres puntos vitales que rompen una racha de tres jornadas sin ganar.
Iván Ania agitó de nuevo el árbol en el Ibercaja Estadio con hasta cuatro novedades en el once, dando la primera titularidad del curso a Dalisson y Adrián Fuentes y poblando de talento la mediapunta con la vuelta de Jacobo González tras su sanción. Sin embargo, el protagonismo inicial no fue para los atacantes, sino para la zaga y, especialmente, para un Iker Álvarez que tuvo que emplearse a fondo desde el principio. Y es que el Real Zaragoza fue el primero en golpear con dos ocasiones de muchísimo peligro: la primera, en una acción embarullada tras un saque de banda que Cuenca remató fuera por poco; y la segunda, en un cabezazo a bocajarro de Dani Gómez que se encontró con una respuesta soberbia del meta andorrano.
Tras unos primeros minutos de agobio, el Córdoba CF pareció desperezarse y logró generar sus primeras aproximaciones con las nuevas caras como protagonistas. Una gran cabalgada de Adri Fuentes por la izquierda acabó con un pase para Jacobo González, cuyo remate fue bloqueado por la defensa maña. Apenas un minuto después, fue el propio Fuentes quien cabeceó por encima del larguero un buen centro de Kevin Medina. Pero el peligro local era una constante, y de nuevo tuvo que aparecer un imperial Iker Álvarez para ganarle un mano a mano a Cuenca y evitar por tercera vez el primer gol del partido.
Superada la media hora, el guion del partido se estancó en un 'quiero y no puedo' por parte de ambos. El Córdoba CF se adueñó del balón, pero su posesión era estéril, incapaz de superar la ordenada defensa local y sufriendo en cada transición. Tan solo Jacobo González, a través de lanzamientos de falta, lograba poner en aprietos a la zaga maña. Por su parte, el Zaragoza seguía encontrando en los saques de banda largos su principal arma, aunque sin la puntería necesaria para mover el marcador. Así, se llegó al descanso con un 0-0 que reflejaba lo visto sobre el césped: un primer tiempo algo insulso, aburrido y poco vistoso, donde las mejores ocasiones fueron locales pero sin llegar a crear un peligro excesivo en ninguna de las dos porterías.
Tras el paso por vestuarios, el partido comenzó a romperse, al menos poco a poco. El Zaragoza perdonó el 1-0 en el primer minuto en una jugada en la que el balón se paseó por la línea de gol, pero el susto pareció espolear al Córdoba, que respondió con su ocasión más clara hasta el momento: un centro envenenado desde la izquierda que el meta Andrada tuvo que sacar con el pie, dejando en boca de gol a los califas que, pese a todo, no lograron remachar la jugada. El intercambio de golpes se completó con un testarazo de Tasende a la salida de un córner que lamió el poste, en un arranque de segunda mitad vibrante pese a lo gris de ambas escuadras.
Y fue precisamente a balón parado, el arma más peligrosa de los locales en la primera mitad -aunque en forma de falta directa-, donde el Córdoba encontró el tesoro del gol. En el minuto 66, Dalisson botó un córner desde la izquierda tan cerrado que se envenenó hacia la portería; Francho Serrano, en su intento de despeje en el primer palo, tocó lo justo para desviar la trayectoria y despistar a un Andrada que no pudo evitar el 0-1 antes del intento final de despeje de Saidu. El tanto obligó al Zaragoza a dar un paso adelante, acumulando delanteros y dominando con más corazón que cabeza, con un juego precipitado y demasiado directo.
Lejos de amilanarse, el Córdoba buscó sentenciar el partido a la contra y a punto estuvo de lograrlo en varias ocasiones. El tramo final se convirtió en un ejercicio de supervivencia y polémica, sobre todo a raíz de la expulsión por doble amarilla de Akouokou en una extraña secuencia en la que el árbitro dejó seguir y luego detuvo el juego para mostrar la roja. Y con el Zaragoza volcado a la desesperada, llegó otro susto para el cordobesismo: en el minuto 92, un centro desde la izquierda dejó el balón franco para Bazdar, pero su remate en área pequeña se marchó alto, perdonando un empate que el Ibercaja Estadio ya cantaba.
El pitido final desató la alegría en un Córdoba CF que se lleva algo más que tres puntos de Zaragoza. Se lleva una victoria balsámica, la segunda de la temporada, conseguida a base de oficio, solidez y saber sufrir. Un triunfo sin alardes, en un partido trabado y de pocas luces, pero que sirve para romper la mala racha, ganar confianza y demostrar -y demostrarse a sí mismo- que el equipo también sabe competir y ganar cuando el fútbol no es vistoso.
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