Zahara: “Como artista, pasas mucho tiempo en el yo, y eso choca con la idea de ser madre”
Se marcan las teclas correspondientes con el número de teléfono facilitado. Al otro lado, la voz aguda y dulce responde, decidida. “Soy yo, Zahara. Habíamos quedado, ¿no?”. Son días ajetreados para una artista autónoma, acostumbrada a llevar por delante todas las partes de sus proyectos musicales, literarios y, hasta hace poco, televisivos. Tiene varias entrevistas concertadas y el tiempo apremia. No por ello deja preguntas sin contestar o dudas sin resolver. Se enfrenta a la entrevista con pasión y sin tapujos, desdibujando la
acuosa línea que a veces separa lo personal de lo profesional. He ahí el motivo de autodenominarse artista.
El último disco de Zahara, Astronauta (2018), no es solo el resultado de veinte años de carrera musical. Más bien se convierte en una continuación de Santa (2015), en el viaje gravitatorio por las emociones que acompañan a la maternidad, a sacar adelante su propia discográfica (G.O.Z.Z), a tratar de entender un momento social agrio para las mujeres. Una travesía acompañada de un nuevo viaje literario, emprendido con el poemario Teoría de los cuerpos (2019), como otro nivel de búsqueda de sentido en las relaciones humanas, que tanta perplejidad generan en la cantante.
La artista también se ha estrenado recientemente en la televisión, como colaboradora en el programa de Movistar Canciones que cambiaron el mundo y como profesora de cultura musical en el talent Operación Triunfo. Así que volver a sus acordes más íntimos en una gira única por siete teatros será la manera calmada de reconectar con un público entusiasmado por volver a su Con las ganas, al himno feminista Hoy la bestia cena en casa y a su mano a mano con Santi Balmes, Guerra y paz.
PREGUNTA. Quizá sea una pregunta muy obvia, pero sentía que debía hacértela. ¿Por qué aparcar una gira multitudinaria para hacer otra en un formato más íntimo?
RESPUESTA. Precisamente por eso. La gira Astronauta ha sido preciosa, de una gran intensidad y una gran magnitud, que no nos esperábamos cuando empezó. Para los músicos, el público y sobre todo para mí era importante retomar esa vertiente mía más íntima. Quería dar espacio a otras canciones que llevaba mucho tiempo sin tocar por el ritmo frenético y la exigencia enérgica que tiene esta gira.
P. ¿Cómo esperas que reciban esta propuesta?
R. Los cuatro conciertos que hemos hecho hasta ahora en teatros han sido preciosos. Ha sido una sorpresa ver que el público estaba en un lugar parecido al mío, con tantas ganas como yo de esta nueva manera de afrontar el repertorio. A mí me ha encantado ver la emoción que tenían dentro, las ganas que tenían de que les contaran las canciones desde otro sitio.
P. Supongo que el escenario de un teatro te lleva a lugares distintos a cuando actúas sobre escenarios de festivales.
R. Sí, cambian cosas. A veces, aunque quieras seguir haciendo lo mismo, al margen de todo, hay que tener en cuenta al público que está contigo, a tu lado, porque forman parte del concierto. Creo que es bonito adaptar el repertorio cuando cambian las características del lugar, tener la oportunidad de tocar canciones a menor volumen porque sabes que cuentas con un respeto garantizado, un silencio que va a aparecer sí o sí al margen de lo que hagas. Es muy bonito aprovechar eso. He tocado con la gira Astronauta en teatros y no lo hemos aprovechado tanto porque veníamos con un tipo de repertorio muy determinado. Con esta nueva propuesta ha sido un gustazo el poder deleitarnos con los matices, los susurros y las posibilidades que nos dan los teatros que no te dan las salas o los festivales.
P. Tu reconocimiento cada vez mayor, ¿Qué sensaciones tienes volviendo a esta ciudad?
R. Córdoba es una ciudad que siempre me ha tratado muy bien. Tengo recuerdos bonitos de las veces que he tocado aquí, de aquellos conciertos que daba en acústico hace años, antes incluso de sacar discos. Recuerdo tocar en una salita muy pequeña que llevaba Fernando Vacas. Él me llamó y toqué sola en su bar. Fue un acústico precioso, en el que la gente estuvo súper atenta. Tengo un recuerdo precioso de ese concierto. Suelo recordar siempre mis primeros conciertos en las ciudades a las que he ido y este la verdad es que me marcó mucho porque fue en la época de MySpace, cuando casi nadie sabía quién era yo y aún así había muchas personas allí. Es bonito volver ahora a un lugar mucho más grande, cuando ya he crecido, y ver lo bien que sigue respondiendo la gente. Siento gratitud y muchas ganas de tocar.
P. Con las ganas es uno de los imprescindibles en esta gira por teatros. ¿Volviste a ese tema por petición del equipo de Élite? ¿Cómo ha sido volver a una canción de tanto peso emocional para ti?
R. Sí (risas), es una canción que implica mucho y por suerte mi público, maravilloso, lo ha entendido y me ha permitido estar un tiempo sin tocarla. Tengo una relación de ida y vuelta con ella. La estuve tocando en otras giras y llegó un punto que dije, hasta aquí. Cuando aparece Élite y quieren utilizar la canción, veo que han pasado diez años desde su versión original, así que me parecía un momento bonito para volver a ella y hacer otra versión que se pareciese más a la idea original que tenía para interpretarla. Por eso lo hice. Quise dejarla de nuevo ahí y decir ya está, no me pidáis más (risas). Precisamente, por esto que estamos hablando de los teatros y sus características, para mí era un momento clave en el que volver a tocarla y despedirme una temporada de ella. Después de este contexto ya veré cuando vuelvo a tocarla, porque yo no lo decido. La canción viene a mí cuando quiere.
P. No sé si puedes dar un adelanto de otras canciones previstas para el concierto, o si vas a estar acompañada de Santi Balmes o Miguel Rivera.
R. Lo de la compañía va a estar complicadísimo. Ya me gustaría a mí. En Sevilla sí que tuvimos la suerte de contar con Miguel Rivera porque él es de allí y lo pude pillar, pero cuando fuimos a Barcelona al Palau de la Música no pude contar con Santi porque estaba grabando disco. Si en las siguientes fechas contase con alguien, sería con alguno de ellos dos. Meter otros colaboradores creo que no tiene mucho sentido en esta gira. Con Santi me gustaría porque, además de Guerra y Paz, estamos cantando Domingo Astromántico. Es una canción que siempre me ha encantado y me parece muy bonito hacerla. Siento que no podamos coincidir por agenda. Sí puedo adelantar que hemos cambiado la puesta en escena, la manera de interpretar las canciones y, en general el repertorio. Hay canciones de discos anteriores y va a estar todo lleno de pequeños detalles. Aunque no sea un concierto de intensidad festiva, sí va a tener mucha intensidad emocional.
P. Siempre has hecho lo posible por vivir al margen de las presiones de la industria, incluso has experimentado por ti misma la parte más turbia que puede esconder. ¿Cómo decides entonces colaborar de forma tan estrecha con Operación Triunfo?
R. Pues precisamente por eso. Ese programa va a seguir existiendo al margen de mi opinión sobre los reality shows o la manera distinta en la que la gente hace las cosas. Yo he elegido la forma en la que quiero desarrollar mi carrera. Entiendo y respeto que haya otras y me parecen perfectamente lícitas. Que cada uno encuentre su camino. Precisamente por eso, me parece bonito contarles a esos chicos una visión más allá de la que puedan tener a cerca de la música, ampliarles un poco los horizontes, que escuchen otra música y descubran otra manera de interpretar. Precisamente planteo mi asignatura de cultura musical de un modo en el que podamos liberarnos de los prejuicios.
P. ¿Eres una artista muy conectada con su realidad social, estás siempre atenta a lo que pasa y a cómo te afecta?
R. Claro, siempre lo digo. Hago canciones en base a cosas que me afectan, que me tocan o que me conmueven. Muchas veces tienen que ver con la realidad social que vivo. En mis canciones hay mucho de eso porque es imposible desligarte de lo que está sucediendo. Para mí está ahí, no es algo que pueda dividir. Hay veces que no lo hago o no lo matizo porque no me cuadra o porque la canción no va a hablar de eso, pero sí que está ahí y creo que en mi caso va a más. Cuanto más consciente eres del mundo en el que estás más necesitas expresarte artísticamente sobre él.
P. Creo que Astronauta es la consecuencia más clara de esto. Has aunado asuntos muy íntimos con aspectos sociales y todo ello con una coherencia estética. Habrá sido complejo conseguirlo.
R. La verdad es que sí (risas). Para mí era importante que existiera esa unidad porque en cierto modo era como una segunda parte del disco Santa. Tiene que ver un poco con lo que hablabas. El poder tomar mis propias decisiones, con mi propio sello, sin tener que consultarlas con nadie que esté por encima, facilita las cosas. En ese sentido si ha sido más sencillo porque he sido yo haciendo lo que he querido.
P. Santi Balmes y El Poeta Halley, Annie B Sweet en su último disco, el grupo Los Planetas… ¿Qué os pasa a los artistas indies con el espacio?
R. Estamos todo el día colgados en el techo (risas). No lo sé. Es que es tan inspirador… Desde que empiezas a hacer canciones intentas entender quiénes somos, qué hacemos aquí. Es como una forma de filosofía, de intentar dar explicación a las cosas que nos suceden, a nuestro comportamiento. El primer lugar al que miras para intentar entender algo es al cielo y a los astros. Es la manera en la que intentas tomar consciencia de ti mismo, cuando te comparas con las estrellas en el universo y te preguntas el lugar que representas en toda esta rotación gigante. Creo que al final la música tiene que ver con eso, con el pensamiento que se cuestiona o que busca algo.
P. Para cuestionarte y buscar también te has adentrado en la literatura. Tu último libro, el poemario Teoría de los cuerpos, llega en un momento en el que dices volver a sentirte artista y mujer, además de madre.
R. No sé para el resto, pero en mi experiencia en la maternidad no ha estado siempre llena de buenos momentos. Ahora tengo una relación con mi hijo que me encanta, una conexión preciosa. En el momento en que apareció en mi vida no fue así porque te encuentras con muchas emociones muy fuertes, muy animales, muy intensas. También afrontas la inseguridad, las dudas, la pérdida de autoestima, la falta de identidad… Todo eso es un mejunje muy gordo con el que tienes que lidiar. Cuando eres artista, pasas mucho tiempo en el yo y eso choca con la idea de la madre, que está siempre en el otro. Llegar a esa comunión de la Zahara madre, la Zahara artista y la Zahara ser humano es bastante complejo. Pero seguimos en este planeta porque las mujeres tienen hijos, así que al final se puede hacer, obviamente.
P. Todo eso se refleja en unos versos más viscerales.
R. Bueno, para mí es muy directo. Es un libro que sale de un sitio muy libre. En todas mis composiciones y creaciones siempre intento ser muy honesta, abrirme y compartirme. Cuando pasa el tiempo y miras con perspectiva lo que has hecho te das cuenta de dónde has puesto tus lugares cómodos, dónde te has atrevido y dónde te has escondido. Aquí veo que he conseguido esa falta de complejo a la hora de expresarme, a la hora de explicar lo que siento, lo que soy y lo que se me pasa por la cabeza, sin ningún juicio de nada. Solamente hay expresión.
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