REPORTAJE

Un salón de lectura en los jardines para declarar el amor de Córdoba por los libros

“Nos declaramos ciudad que ama los libros”. Bajo esa premisa, los Jardines de la Agricultura de Córdoba se han convertido en el particular salón de lectura de casa para los participantes en la primera edición de #OfflineCórdoba: Ciudad de los Libros, una iniciativa que ha propuesto a la ciudadanía participar en una jornada de lectura en solitario o compartida, de tertulias con autores, de intercambio de libros y, con todo ello, de desconexión de las pantallas y la vorágine del día a día.

Gente leyendo en solitario o en pareja en sillas plegables bajo los árboles, decenas de personas sentadas en el anfiteatro creado junto a la Biblioteca Grupo Cántico para compartir una tertulia con varios autores invitados, un puesto para intercambiar libros de la Red Libro Libre, espacio para actividades infantiles y hasta un grupo de dibujantes del grupo Urban Sketchers para inmortalizar desde distintas perspectivas esta singular actividad.

Todo eso se podía ver en la mañana de este sábado en un espacio muy particular de los Jardines de la Agricultura: entre la nueva Biblioteca Grupo Cántico y el quiosco hexagonal que hace un siglo fuera la Biblioteca Séneca, un espacio de autogestión de préstamo de libros para su lectura en el parque o en casa, en uso entre 1922 y los años 60.

Iván y María, ambos de fuera de Córdoba y ambos estudiantes universitarios en la ciudad, leían ensimismamos en sus libros en mitad del parque. Él, de Cádiz y alumno de Historia e Historia del Arte, se afanaba con Flamenco, arqueología de lo jondo, precisamente escrito por uno de los autores invitados a esta actividad, Antonio Manuel. Ella, de Mallorca y estudiante de Traducción y Turismo, se ha traído el libro que en estos días le ocupa: Todos somos villanos. Cuentan que se habían enterado por redes sociales de la actividad y han acudido para pasar un rato de lectura en un entorno “espectacular” y sin rastro de pantallas en sus manos.

Cultivar la paciencia de leer

Algo más alejados, con perspectiva, Miguel Ángel y Manolo sostienen sus cuadernos en los que dibujan la imagen particular que presentan los jardines en esta actividad. Ambos son profesores e integrantes del grupo Urban Sketchers que dibujan 'in situ' lugares y actividades en Córdoba. Junto a otros compañeros, dispersos por los jardines, dejarán constancia con sus trazos de esta primera edición de #OfflineCórdoba: Ciudad de los Libros. Cuentan que conocían actividades parecidas en ciudades europeas y abogan por “promover espacios de desconexión” como este, para desarrollar la capacidad de parar, desconectar de las pantallas y cultivar la “paciencia para leer”, muy alejada del scroll continuo en una pantalla pasando contenidos sin parar.

Porque esa desconexión para reconectar con la lectura es lo que promueve esta iniciativa. Antonio Manuel -uno de los autores invitados para participar en la tertulia junto a Andrea Morales, Xavier Guillén y Juan Antonio Bernier-, ha sido el encargado de leer el manifiesto con la declaración de intenciones del movimiento que propone #OfflineCórdoba. Y ahí, ese “Nos declaramos ciudad que ama los libros”, ha resonado como el principal lema en una ciudad donde, su historia, su cultura y sus autores alumbran que “la lectura es más que un hábito. Es un legado”.

La iniciativa quiere, así, visibilizar a la comunidad lectora de Córdoba, como una “invitación al reencuentro” en los jardines, donde dar respuesta a “la necesidad de desconexión, de hacer una pausa, un respiro” y donde, a través de esta jornada, llevar a cabo “un acto de rebeldía pacífica” en favor de esa desconexión de las pantallas para volver a tener un libro en las manos, haciendo uso además de un espacio público como los jardines para ello.

Unos jardines que se han querido “transformar en nuestro salón de lectura”, donde silenciar el móvil y sumarse, aunque fuera solo por unos minutos, a la conexión con la naturaleza y el placer que aportan los libros. Porque, como sostiene el manifiesto de #OfflineCórdoba, “el libro es la mayor tecnología, no se bloquea y nunca se le agota la batería”.