El rey de las metáforas del Harlem
Este sábado se cumplían 123 años del nacimiento de Lorca y para ello el IMAE estrenaba en el Teatro Góngora, ¡Oh, ciudad de negros!, propuesta que firmaban Juan Carlos Limia y Bernardo Ríos.
Con una propuesta magistral escenográfica, y mapping, de Miguel Ángel Ramos, nos zambulle al espectador en el alma y trasiegos del poeta granadino en su época de estudiante en Columbia University de Nueva York.
Encauzando el cante jondo con las miserias de una población negra mísera y arribada a guetos, Bernardo Ríos en la figura de Lorca busca, y adquiere, lo trascendental de los pobres de la tierra, mientras que, Pirámida ponía el contrapunto contemporáneo con su música electrónica en las transiciones.
Detrás de una gasa, como si de la voz más profunda de Federico se tratara y con elementos naturales proyectados, vislumbramos un cuarteto conformado por David Pino -al cante-, Gabriel Expósito -Guitarra-, Patricio Cámara -percusión- y Cristóbal Agramonte -saxo-, este último nos invitaba a las calles azules del Harlem, a través del metálico viento de su instrumento.
Curioso espectáculo para homenajear el, también, curioso dato de la fecha del nacimiento de Lorca, que desgarró en sus páginas, con la metáfora más universal y personal, las desigualdades del país norteamericano en su Poeta en Nueva York.
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