Autorizan el regreso de los arqueólogos a Ategua
La Comisión Provincial de Patrimonio de la Delegación de Cultura ha autorizado el proyecto presentado por la propia Junta de Andalucía para la excavación de la panadería y las termas del yacimiento de Ategua, en las inmediaciones de Santa Cruz, barriada periférica de Córdoba capital. El proyecto pretende excavar, estudiar y poner en valor esta zona de Ategua, en la que en 2021 se realizaron varias catas en la zona.
En agosto de este año, la Junta adjudicó a la empresa Gestión y Restauración del Patrimonio Histórico, S.L. por importe de 9.619,50 euros, la redacción de un proyecto de excavación al que le acaba de dar el visto bueno. Ahora, se podrá autorizar la excavación como tal. Hace un año, se realizaron catas en un sector de la manzana denominada M- 37, definida por el cruce del decumano y el kardo máximo, las dos calles principales que articulan el urbanismo del yacimiento de Ategua. En este emplazamiento ya se tenía constancia de la existencia de unas termas, exhumadas a principios de los años 80. Posteriormente en 2020 se documentó un nuevo establecimiento o taberna cuya actividad pudo ser relacionada con una panadería o pistrinum. La última campaña de excavación se desarrolló entre el 14 de octubre y el 23 de diciembre de 2021.
“Esta intervención, heredera de la precedente, se marcó como meta delimitar el flanco Oeste de las termas para poder localizar así la entrada a las mismas, a la que se accedería a través del kardo maximo; cuyo trazado quedaría definido por la propia línea de fachada de las termas. En relación a la panadería se pretendía localizar el muro de cierre en el lado Este y exhumar por completo el horno de cocción del pan. Asimismo, otro objetivo primordial era precisar los límites de la panadería en el espacio existente entre la zona productiva ya excavada y las termas, zona donde bien podrían existir otras dependencias relacionadas con la actividad productiva de la panadería (almacén, depósitos de agua y grano, área para aventarlo, etc.), o bien, una segunda taberna con una función distinta”, señala en su informe la Comisión Provincial de Patrimonio.
Además del hallazgo de estas dos tabernas, se han descubierto nuevas zonas urbanizadas y habitadas a finales del siglo I a.C., basadas en el estudio de las remodelaciones urbanísticas que suponen, entre otras cosas, la ampliación de los nuevos espacios hacia el este, utilizando en la nueva construcción mampuestos y sillares de la época anterior afectados por fuego, lo que confirma la existencia de un incendio.
Así, en los estudios hechos en la panadería descubierta durante las actuaciones realizadas en 2020, se ha localizado la base del molino, la mesa para elaboración del pan, el espacio donde se encastró el dolium para almacenar el agua y el horno para la cocción, así como una zona anexionada, tal vez como almacén de grano, orientada hacia el cardo máximo. Además de las puertas, cuyo estado de conservación es excelente, se ha encontrado un pesebre de mármol asociado a un espacio inicialmente atribuido a la presencia de animales.
Según los estudios realizados por los equipos de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico, los dos edificios sufrieron derrumbes debidos a un gran terremoto en la primera mitad del siglo II d.C. Así, la puerta principal de la panadería quedó colapsada de tal manera que se abrió un gran hueco en una de las paredes de la fachada del cardo. Además de la retirada de las piezas constructivas de mayor envergadura e importancia, se retiraron todo que lo que debía aún servir dejándose lo que se había destruido o perdido bajo los derrumbes -por ejemplo, varias ánforas-.
Al norte de las dos tabernas se encuentran las termas, cuya investigación se amplío en las intervenciones de 2020 y han continuado en 2021. Se ha localizado una gran sala de entrada, pavimentada con mortero de cal y adornada en su frente sur por pequeñas columnitas adosadas, construidas en piedra y estucadas en blanco con zócalo rojo y amarillo, a las que se accedía desde el cardo máximo, la calle principal de la ciudad. Desde esa sala columnada se pasaba a través de dos vanos al frigidarium -la sala de agua fría-, a pesar de que las termas fueron saqueadas tras su colapso tras el terremoto.
Desde la panadería hasta las termas, el cardo máximo sube de cota, por lo que las puertas de las tres puertas documentadas están a diferentes alturas. El espacio fue usado durante la tardoantigüedad, posiblemente, para una vivienda. Ésta se abría a una calle que fosiliza el antiguo cardo máximo de la ciudad romana. Sobre la calle, se instala un horno, del que se está investigando aún su función.
El Enclave Arqueológico de Ategua es propiedad de la Junta de Andalucía y está protegido como Bien de Interés Cultural (BIC), con la tipología de Zona Arqueológica en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz (CGPHA).
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