El arrabal de Saqunda vuelve a aflorar en unas catas para construir una residencia de estudiantes
Junto a la torre de La Calahorra discurre en la actualidad el parque de Miraflores y el barrio de El Campo de la Verdad, ambos levantados sobre el que fuera el primer y más populoso arrabal de la Córdoba emiral, que se extiende a lo largo de 16.000 metros cuadrados: el arrabal de Saqunda. De nuevo, restos de este suburbio han vuelto a emerger en los trabajos de excavación previos a la construcción de una residencia de estudiantes frente al Centro de Andaluza de Arte Contemporáneo (C3A).
El arrabal de Saqunda, arrasado y roturado por el emir Al- Hakam I tras la revuelta sucedida en el año 818, fue descubierto en las obras de urbanización del parque. En el caso de estas excavaciones, los trabajos están muy avanzados y desde la Junta de Andalucía confirman que se trata de una actividad arqueológica en ejecución con “resultados previsibles puesto que el arrabal de Saqunda se había documentado ya en parcelas colindantes”. Sobre la conservación o no de estos restos, estas mismas fuentes señalan que aún es pronto para emitir una valoración sobre ello “porque la intervención aún no ha concluido”.
La residencia de estudiantes que se prevé construir sobre estos restos ocupará unos 8.400 metros cuadrados de techo sobre este solar, que se extiende por 3.460 metros cuadrados. Se desconoce por el momento qué entidad abandera el proyecto, pero lo que sí se sabe es que es un “grupo empresarial europeo” y el diseño de la residencia corresponde al Estudio de Arquitectura E88. El proyecto contará con 203 habitaciones individuales, 67 dobles, y 19 de las denominadas Young Professional (de tamaño superior y enfocada a estudiantes de postgrado), para un total de 289 habitaciones y 356 camas. Todas las habitaciones incorporarán un cuarto de baño individual y una pequeña cocina.
Asimismo, el edificio incluirá una cantina, biblioteca, salón de juego, zonas de estar, gimnasio, piscina y lavandería, con un especial cuidado con la domótica y el uso de las nuevas tecnologías para conseguir la máxima eficiencia, sostenibilidad y ahorro energético. También es muy importante el espacio reservado para la carga de bicicletas y vehículos eléctricos.
Este será el primer proyecto que este grupo empresarial lleve a cabo en España y supondrá una inversión que superará los 20 millones de euros. Aunque en un principio se informó que las obras comenzarían en el primer trimestre de 2023, las mismas aún no han empezado.
Tal y como explican desde la Delegación de Turismo, bajo el parque de Miraflores se encuentra un sinfín de casas e instalaciones de uso industrial y comercial de la Qurtuba de los primeros siglos. Se ha documentado, además, parte del trazado urbanístico de aquel milenario barrio en el que algunas calles llegan a tener seis metros de ancho y 90 de longitud. Los muros están realizados con cantos rodados, material muy asequible debido a la proximidad del río, trabados en algunas ocasiones con tejas, fragmentos cerámicos y piedra de calcarenita.
Además, la intervención arqueológica previa a la construcción del parque sacó a la luz algunos pozos que suplían la carencia de un sistema de abastecimiento de agua limpia o desagües de aguas fecales, y recogió un abundante material cerámico, fundamentalmente piezas de uso cotidiano como ollas, jarras, tapaderas, candiles y grandes recipientes de almacenamiento.
Relacionado con este arrabal se ha documentado, asimismo, la existencia del cementerio musulmán Maqbarat al-rabad, fundado en el año 720 por el emir Al-Sahan, del que se recogen numerosas noticias a través de los textos escritos y epígrafes funerarios depositados en el Museo Arqueológico de Córdoba.
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