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Cine de verano (II): Hoy 'Encuentros en la tercera fase'

'Encuentros en la tercera fase'.

Juanjo Fernández

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Siguen preocupados en Washington con el rollo este de los extraterrestres. Ahora no les llaman OVNIs (Objetos Volantes No Identificados; es decir: UFOs). Han pasado a llamarse UAP. Algo así como Fenómenos Aéreos Sin Identificar. Da igual; al fin y al cabo es un asunto que se inventaron ellos durante aquello de la Guerra Fría y pueden hacer lo que quieran como un niño con su juguete o Bob Dylan con sus canciones, que nunca las toca igual.

Puedo imaginarme a un congresista jubilado de Greenbow, Alabama, en una barbacoa en su jardín contando que “estuve ocho años en una comisión del Capitolio exigiendo al Gobierno que desclasificase documentos sobre los avistamientos e, incluso, sobre las capturas que hicieron las fuerzas armadas de naves y/o seres procedentes de otro planeta”.

“¿Y...?”

“Pues nada. Pero siento que he sido útil a mi nación durante ese tiempo en el Congreso”.

En fin; conversaciones típicas de excongresistas compartiendo hamburguesas en el jardín.

Pero al menos tenemos a Steven Spielberg que nos explicó la verdad verdadera.

Encuentros en la tercera fase (Close encounters in the third kind) es la primera peli con la que yo le vacilé a mi padre. Fue la primera que vi en la tele después de verla en el cine, como mi padre decía cada vez que veíamos “La Isla del tesoro” los sábados por la tarde: “Ya la vi en el cine”. Y se dormía la siesta y buscaba la paz dejándonos en paz.

Yo ya vi ´Encuentros en la tercera fase´ y la sigo viendo cada vez que la encuentro a golpe de mando a distancia. 

Porque nos habla de la familia, nos reconforta con ese núcleo siempre sospechoso, nos separa del confort y nos mete en el conflicto.

Y porque Spielberg y su músico, Jhon Williams, les ponen una alfombra a los marcianos. Una bienvenida en cinco notas: re, mi, do, do, sol.

No creo en los extraterrestres, pero creo en Spielberg y en Jhon Williams y sé tocar cinco notas en una marimba infantil de colorines y en un casiotone: Re, Mi, Do, Do, Sol.

Es tiempo de hablar con todos los mundos, incluso alienígenas también, si fuera necesario.

Entrad en el despacho tarareando: Re, Mi, Do, Do, Sol.

A ver qué pasa. Puede que ayude.

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